sábado, 19 de febrero de 2011

REINADO DE ALFONSOII REY DE ARAGÓN, CONDE DE BARCELONA (II PARTE)

HISTORIAS DEL REINADO DE ALFONSO II

Alfonso II es el primer rey de lo que se ha dado en llamar Corona de Aragón. Durante su reinado se produce un cambio de mentalidad en todo occidente y que afecta a los territorios aragoneses, tanto en el campo de las estructuras políticas y sociales, como en el arte y la cultura. En el arte se pasa del estilo románico al gótico y la sociedad sufre una transformación del concepto de feudal a una estructura de tipo estatal, lo cual hace cada vez mayor la participación de los ciudadanos en el desarrollo y desenvolvimiento de la vida de los territorios.
Así el rey Alfonso, que durante su minoría de edad el gobierno real lo realizó una curia formada por nobles de Aragón y de Barcelona, al pasar a la mayoría de edad sigue haciendo uso de esta curia.
La política exterior de Alfonso II tiende a crear un estado complejo en los Pirineos, que se oponga a las apetencias expansionistas de los Reyes franceses, pero que a su vez permita la reconquista peninsular y se mantenga el tráfico comercial con Europa..
En la política interior siguió los pasos de Alfonso I el Batallador, sus acciones siguieron el curso del río Ebro hacia el Mediterráneo y en dirección a Valencia
El Ebro pasa a ser el eje de unión de las economías mediterránea y atlántica.
Zaragoza gracia s a este tráfico mercantil y a que la reconquista ha bajado hacia el Sur (Teruel) pasa a ser el centro y comienza su crecimiento demográfico, al igual que las poblaciones a orillas del Ebro.
Alfonso II muestra preferencia por la ciudad de Zaragoza y en ella reúne la curia extraordinaria en la que el monarca se hace cargo del Reino heredado de su madre, celebra su boda con Sancha, hija de Alfonso VII de Castilla y a Zaragoza acuden visitantes reales tales como Luis VII de Francia y  Sancho el Sabio de Navarra.
Con la reconquista alcanzada por Alfonso II se puede afirmar que Aragón alcanza su máxima expansión territorial.
Una narración conservada  en Teruel  nos ilustra sobre la situación en la frontera (extremadura) del Reino de Aragón.
Según algunos autores, la narración, sirve para ilustrar el origen de la ciudad de Teruel, la mencionada  narración dice:
"Según cuentan los viejos, en el tiempo pasado, de Teruel abajo toda la tierra era de moros. En aquel tiempo vino el noble señor don Alfonso, por la gracia de Dios rey de Aragón, conde de Barcelona y marqués de Provenza, a aquel lugar que era de Santa María de la Villavieja de Teruel, con mucha gente buena y con deseos de tener frontera con los moros, pensando en hacer una villa en esta comarca. Pero viendo que era muy peligrosa, por la gran multitud de moros que estaban por los alrededores, lo olvidó.
Y la buena gente que iba con el rey, comprendiendo su voluntad y su duda, le dijeron: “Señor, dadnos aquellos fueros, franquezas y libertades... y con ayuda de Dios poblaremos una villa en esta comarca, desde la cual conquistaremos y ganaremos más tierra adelante”.
Y el rey, visto el gran peligro y dificultad dijo que él no lo quería ni lo permitía, que sería gran vergüenza y menosprecio comenzar una obra que no podría terminarse, pero que si tal cosa querían hacer, la hicieran por sí, mas no por él ni en su nombre...
Y la buena gente con gran esfuerzo... en el nombre de Dios pusieron en obra la dicha población y recorrieron todas las demás muelas cercanas... y subieron a la muela donde está ahora la plaza y encontraron un bello toro que tenía sobre él una bella estrella. Y luego que los vio el toro co­menzó a bramar y dijeron los adalides que aquí habían buenas señales para hacer la población...
Y con gran trabajo comenzaron a levantar los muros de la villa, no sólo con agua, tierra y piedra, sino con su sangre, porque los unos levantaban los muros y los otros defendiéndolos, combatían con los moros...".

Utebo a 19 de Febrero

viernes, 11 de febrero de 2011

EL PRIMER REY DE ARAGÓN Y CONDE DE BARCELONA

ALFONSO II EL CASTO/ELTROVADOR

Hijo primogénito de la Reina de Aragón Dª Petronila y el Conde de Barcelona, Príncipe de Aragón Ramón Berenguer IV.
Nació en Huesca el 24 de marzo de 1154. El nacimiento en Huesca se debe a que las reinas aragonesas se trasladaban a tal población para alumbrar su primogénito, tradición que se rompió definitivamente al nacer Jaime I el Conquistador.
Alfonso II murió en Perpignan el 25 de abril de 1196, después de una grave enfermedad que le aquejaba desde hacia tiempo. Sus funerales fueron celebrados en Zaragoza y sus restos fueron trasladados al monasterio de Poblet donde permanecen en la actualidad.
Su nombre completo es el de Alfonso Ramón, aunque es conocido como Alfonso II de Aragón. En realidad, en sus documentos y sellos se denominó invariablemente lldefonso.
Fue el primer rey de la denominada Corona de Aragón , ya que en él se unieron el reino de Aragón, que le transmitió su madre Petronila , y los condados  de Gerona, Ausona, Besalú, Cerdaña y Conflent que estaban unidos al de Barcelona , que heredó de su padre Ramón Berenguer IV , conde de Barcelona.
Alfonso II tenía poco más de cinco años cuando sucedió a su padre, que en su testamento oral había dispuesto que fuese tutor Enrique II de Inglaterra (1154-1189). Esta disposición planteó problemas, pues Fernando II de León (1157-1188) se atribuyó tal tutela. Y las fuentes tardías catalanas presentan como tutor a Ramón Berenguer III, conde de Provenza (1162-1166).
La cuestión, sin embargo, es compleja, y se resolvió mediante la transmisión del reino y la potestad hecha por la reina Petronila el 18 de junio de 1164, y la anterior constitución de una especie de consejo de regencia, donde alternaron algunos obispos, nobles y posiblemente representantes de las ciudades, que ya tenían conciencia de su propia personalidad. Precisamente con este motivo se reunían en Zaragoza el día 11 de noviembre de 1164 las primeras Cortes documentadas, donde el rey establecía paces y treguas con el consejo del arzobispo de Tarragona y demás obispos de la «Corona», con el de «los barones de mi reino» y con el de los representantes de las ciudades de Zaragoza, Daroca, Calatayud, Jaca y Huesca. La burguesía entraba por vez primera en la institución que conocemos con el nombre de Cortes.
El joven Rey se educó en Barcelona, rodeado de un consejo de regencia formado por nobles, obispos y representantes de las ciudades.
Se casó en Zaragoza en La Seo con Sancha de Castilla y Polonia (familiar de Alfonso VII de Castilla) el 18 de enero de 1174, a la edad de 16 años, a la que, según el Derecho Canónico, un hombre casado alcanzaba la mayoría de edad. Además, con ello fue armado caballero y pudo actuar al frente de su reino sin la tutoría de los magnates que la habían ejercido desde 1162.
De este matrimonio nacieron: Pedro II de Aragón; Alfonso, conde de Provenza; Fernando, abad de Montearagón; Constanza, reina de Hungría; Leonor, condesa de Toulouse; y Dulce, monja hospitalaria.
Amparó las artes y las normas del amor cortés y él mismo se ejercitó en la poesía, intercambiando escritos con importantes trovadores de la época, como Giraut de Bornelh. También escribió poesía y fue uno de los principales impulsores de la poesía provenzal. Por esta razón también es conocido como Alfonso II el Trovador.
A partir del siglo XIV se acostumbra a llamarlo «el Casto», a pesar de que su propia producción poética testimonia lo contrario; pero así se diferenciaba de los otros monarcas del mismo nombre.
En su reinado es de denotar una doble actuación una interna en la expansión del Reino de Aragón en España y una segunda en la expansión Europea.
Contribuyó poderosamente a la formación territorial de Aragón, ocupando y repoblando las tierras de Valderrobres  (1169), Gandesa, Orta de San Juan y Ulldecona (Tarragona), que unió a Aragón, poniendo sus límites en el Mediterráneo.
Llevó a cabo una política agresiva respecto a los musulmanes de Valencia
Ante el avance y asentamiento de los almohades en Valencia, fortificó primero Teruel  (1169), que más tarde repobló (1171), de esta manera Teruel quedo como puesto avanzado y realizó una serie de incursiones que le llevaron hasta Játiva.
De la misma forma estableció la orden militar de Alfambra  (1174), así como las encomiendas de Castellote  (1180), Aliaga , Cantavieja  y Villel .
Dio el fuero de Teruel, uno de los más importantes de la historia jurídica española.
Colaboró en la conquista de Cuenca (1177), logrando que se suprimiese la obligación que tenían los reyes aragoneses de mantener una espada desnuda en la coronación de los reyes de Castilla.
Gracias a una alianza, en 1186, con Castilla y León, contra Navarra, logró quedar eximido del vasallaje que su padre había jurado prestar a los reyes castellanos. Además, mediante el tratado de Cazorla, estableció con Alfonso VIII de Castilla el futuro reparto de las tierras conquistadas a los musulmanes.
  • Tratado bilateral firmado el 20 de marzo del año 1179, entre el rey castellano Alfonso VIII, y el rey aragonés Alfonso II, en la localidad de Cazorla, aldea fronteriza situada entre Ariza y Huerta, por el que ambos monarcas delimitaron las respectivas zonas de influencia y de futuras conquistas de sus reinos en el territorio oriental de al-Andalus. En el mismo contexto, el primer tratado firmado entre ambos reinos fue el de Tudillén (1151), por el que, Alfonso VII, rey de Castilla y León, y Ramón Berenguer IV, rey de Aragón y conde de Barcelona, establecieron los límites de las futuras conquistas aragonesas en las tierras de los reyes de taifa de Valencia, Denia y Murcia, con la exclusión de la localidad de Lorca y con el homenaje de los reyes de Aragón hacia el rey castellano-leonés
Más adelante cambió sus alianzas y se enfrentó a los castellanos al lado de Navarra.
Estas luchas entre los reinos cristianos finalizaron tras la derrota castellana de Alarcos, frente a los almohades, en 1194, que obligó a un mayor entendimiento frente a la amenaza común
Se preocupó por la disensión habido entre los reyes cristianos, a recomendación del papa Celestino III.
Inició en noviembre de 1195 una peregrinación a Santiago de Compostela, aprovechando la oportunidad para entrevistarse con todos los reyes españoles: Sancho el Fuerte de Navarra, Alfonso VIII de Castilla, Alfonso IX de León y su cuñado Sancho I de Portugal, a quien visitó en Coimbra
Regresó en marzo de 1196 para morir seguidamente.
En la expansión exterior se enfrentó a Raimon V de Provenza por sus derechos sobre Occitania. Incorporó a su corona, tras fuertes luchas, el marquesado de Provenza  (1166), y fue aceptado como soberano por varios señores del norte de los Pirineos, como los de Foix, Bigorre y Razés, entre otros.
De esta manera incorporó a su reino las tierras occitanas de Provenza, el Rosellón y el Pallars Jussà.
La política seguida en el Mediodía francés incorporó el condado de Provenza a la Corona, al morir sin herederos Ramón Berenguer III de Provenza.Años más tarde se hizo con Niza y numerosos señores languedocianos le prestaron y renovaron fidelidad y homenaje como María, condesa de Bearn (en 1170), el vizconde Céntulo V de Bigorra (en 1175), el de Narbona y los señores Bernat Ato de Nimes y Roger V de Béziers (en 1178).
Estableció relaciones con los reyes de Inglaterra, iniciando una norma que será constante a lo largo de la Edad Media, así como con Portugal. A partir de entonces se formó el grupo Aragón-Portugal-Inglaterra, que se opuso generalmente al de Castilla-Francia-Escocia.
Con Alfonso II de Aragón aparece lo que se denominó en los siglos XII al XIV como Casal d´Aragó y que después fue conocido como Corona de Aragón.
En su testamento, Alfonso II dispuso que, a su muerte, ocurrida en abril de 1196, sus territorios se repartieran entre sus dos hijos: Pedro, rey de Aragón y conde de Barcelona (1196-1213), y Alfonso, conde de Provenza, Milhau y Gavaldá (1196-1209).
Con esta disposición testamentaria, además de dotar de un dominio a su hijo menor, el rey sancionó la necesidad de Provenza de disponer de un gobernador propio. En 1185, Alfonso II había nombrado conde de Provenza a su hijo Alfonso, menor de edad; por eso, el rey encargó el gobierno provenzal a procuradores, como Roger Bernat de Foix (1185-1188), Barral de Marsella (1188-1192) y Lope Jiménez.

Retrato de Alfonso II realizado por Filippo Ariosto para la Diputación del Reino en el siglo XVI
Documento de cesion del reino de Aragon de Dª Petronila a su hijo Alfonso Ramón (Abdicación)
Mapa sesgado habla de Cataluña cuando era algo inexistente, pero se puede apreciar la dimensión del Reino de Aragón
Fuentes: Wikipedia, Enciclopedia Aragonesa, Aragón en su historia, Cai

viernes, 4 de febrero de 2011

ADULTERACIONES DE LA HISTORIA

¿Existio alguna vez la Corona Catalano-aragonesa? ¿Existía Cataluña con el Conde de Barcelona Ramón Berenguer IV?

A juzgar por lo que podemos leer actualmente, en los manuales de historia, Uno de los muchos enigmas y recovecos de la España Medieval es la creación de la Corona de Aragón, que unía el reino del mismo nombre y varios condados de lo que mucho más tarde se llamaría Cataluña,
Durante diecisiete años he sido Profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y siempre me ha sorprendido la gran incultura existente entre los Universitarios y en la sociedad Catalana, en general, en todos los aspectos referentes al Reino de Aragón y a la Corona Aragonesa.
Las nuevas generaciones estudian textos escritos, siguiendo intereses políticos que distorsionan  los hechos históricos, es decir se proyecta una idea política del presente en el pasado, aunque para ello se deba falsear el pasado adulterándolo hasta el mayor de los ridículos.
Estos falsos eruditos e “intelectualoides”, del tres al cuarto, se han formado en la lectura de Orwell en su obra 1984, en la que nos describe, como, el poder, manipula la memoria histórica, en base a las necesidades del momento presente y con el fundamento de la incultura del pueblo al que se dirige, para manipularlo.
Es frecuente, en la CCAA de Cataluña, el oír conceptos tales como: Corona catalano-aragonesa, Confederación catalano-aragonesa, Reino de Cataluña, Reyes de Cataluña y otras muestras de falta de conocimiento y cultura histórica así como del mas mínimo rigor científico, que lo único que intentan es el proyectar ideas nacionalistas del momento actual en el pasado.
¿Existió alguna vez la Corona-catalano-aragonesa?
Rotundamente podemos afirmar que jamás existió, a pesar de los actuales pseudo intelectuales catalanes.
¿Qué paso en el Reino de Aragón?
En realidad, Barcelona aparece en el horizonte político del Reino de Aragón cuando tanto la nobleza castellana como la aragonesa sabotean la unión de ambos reinos acordada en la boda del Batallador con doña Urraca, princesa heredera de Castilla, que preludiaba en tres siglos el eje de la unión peninsular,
Los nobles aragoneses eran tan feroces e intratables como los de Castilla, y ante la posibilidad de la unión y la pérdida de poderes y privilegios sacaron de su monasterio al hermano monje del Batallador; es decir al futuro rey Ramiro II de Aragón.
Ramiro y los nobles aragoneses conscientes de la fragilidad de un Reino que podía ser reclamado en derecho por Alfonso VII de Castilla; El Emperador, hijo de Urraca, casaron a la infantina Petronila con el barbado conde de Barcelona que, de ese modo, se convertía en rey consorte de Aragón.
Pero, ahí está el intríngulis, no en rey del todo. Ramón Berenguer IV mandó mucho en Aragón mientras vivió.
Según la tradición aragonesa, las mujeres podían transmitir la corona pero no reinar, así que Petronila, hija del rey Ramiro II, sólo fue reina de Aragón para hacer rey a su hijo Alfonso II. Como éste era el heredero del Condado de Barcelona y el Reino de Aragón estaba unido al Reino de Navarra, la boda de Ramón y Petronila alumbró algo más que un heredero: una gran heredad.
Tuvo descendencia con Petronila cuando ésta pudo tenerla y esa criatura heredó el Reino de Aragón y el Condado de Barcelona con las demás tierras de su padre, pero Ramón Berenguer nunca se tituló rey. No lo fue de derecho, aunque sí lo gobernó y configuro en una nueva forma.
En nuestros días, suele denominarse a la obra de este conde barcelonés, la «Confederación catalano-aragonesa», con el que algunos pretenden enterrar el nombre y el mérito de la obra de Ramón Berenguer IV, que es la del Reino de Aragón. Cataluña no existía, ni siquiera de nombre, en aquellos años. Ramón Berenguer IV añadía varios condados menores al de Barcelona, exactamente los de Gerona, Ausona, Besalú, Cerdaña y Conflent, pero había otros cinco no eran suyos e incluso el más importante, Urgel, rival antiguo de Barcelona, le privaba de tener frontera con Aragón. Tampoco le pertenecían los de Ampurias, Rosellón y los  dos Pallars, Jussá y Sobirá, típicos territorios de la antigua Marca Hispánica, descolgados a ambos lados de los Pirineos y sin acabar de decidirse entre los centros políticos más importantes: Tolosa y Barcelona.
El talento de Ramón Berenguer IV consistió en que cambió el sentido de lo peninsular, trazando una línea de alianzas con Aragón como socio pero sin que los aragoneses pudieran sentirse limitados en su designio de autonomía y de expansión, que ya desde Alfonso I tenía en Valencia su objetivo político y militar.
Al socaire de la alianza con los aragoneses se fue configurando Cataluña en torno al Condado de Barcelona.
Por la unión dinástica de los Reinos aragonés y navarro, Ramón Berenguer IV tuvo un margen de maniobra que empleó para avanzar por el Este como sus socios habían hecho por el Oeste: eso sí, manteniendo la alianza con Alfonso VII de Castilla.
Esa lealtad mutua permitió campañas militares muy notables y un nuevo reparto del mapa de la Reconquista.
Utebo a 4 de Febrero de 2011
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