sábado, 30 de julio de 2011

Privilegio de la Unión Aragonesa

PRIVILEGIO DE LA UNIÓN

Pedro III el Grande, en su corto reinado (1276-85) y antes de que se cree la Unión, ejerza sus funciones libremente
La toma de Sicilia, demandando dinero y hombres para llevar a cabo su impresa es el desencadenante de la negativa de los nobles aragoneses, y maniaten al rey con una reglamentación (el Privilegio General de Aragón de 1283) que anula la autoridad regia e impide la actuación de éste en cualquier causa y orden.
No hay lugar a pacto en Aragón, el rey se somete a lo que estipulen las Cortes, bajo amenaza de retirarle la obediencia, bien por escoger otro rey, bien, como le ocurrió en la realidad por quedar excomulgado por Roma, que haciendo gala del más profundo y estricto sentido del feudalismo, propone su propio monarca (Carlos de Valois).
Las Cortes de Barcelona seguirán el mismo ejemplo que las de Aragón, pero aquí por lo menos el rey puede negociar, aunque las condiciones sean también muy duras y el monarca tenga que hacer numerosas concesiones, entre ellas reunirse una vez al año.
La Unión como tal es una institución formada fundamentalmente por los ricos-hombres, que crean una hermandad para mantener sus privilegios, franquezas y libertades y las cartas de donaciones y cambios que tenían con el rey don Jaime y los reyes pasados.
Alfonso III el Franco, hijo y sucesor de Pedro III, jugará a quitar y dar concesiones a los unionistas en función de la fuerza que dispone en cada momento, bien por los fieles de los que se rodea y contrarrestan la acción de los unionistas, bien porque la situación internacional se vuelve en su contra y tiene que plegarse a lo estipulado. Se verá obligado bajo su reinado a conceder el Privilegio de la Unión y se comprometerá a reunir anualmente Cortes.
La Unión en este caso se abroga el derecho de nombrar diversos cargos de la casa real, no ya a simples consejeros. Se da aunque no se logra, para la formación de Cortes, una situación parecida a la que será Diputación del General, con representación cuando se planteen asuntos de interés general de 4 ricos-hombres, 4 mesnaderos, 4 caballeros aragoneses, 2 valencianos y 9 representantes de las ciudades.
La Unión defiende los derechos de los ricos-hombres frente al monarca y los de Aragón como cabeza de la Corona, sus intereses les llevarán a estar de un lado o de otro, especialmente cuando hay disparidad entre miembros de la familia real o por sentirse desplazados del Consejo Real por los barceloneses y rosellonenses tras la anexión de Mallorca.
Por tanto los sucesores de Alfonso III, que en 1288 tuvo que conceder el Privilegio de la Unión, Jaime II, Alfonso IV y Pedro IV el Ceremonioso, no tendrán más remedio que jurar los fueros del reino para que se invistieran y fueran reconocidos como reyes de Aragón.

Hasta que Pedro IV vence a los unionistas en 1348 en la Batalla de Épila, el mismo año en que se declara por primera vez la peste negra y en una irónica crónica declara que la Unión ha muerto y que bien la han llorado él y sus partidarios, por el humo que echaba la hoguera donde ardían, después de rotos con el puñal los privilegios y sello de la Unión.
Por este hecho, Pedro IV, fue conocido aparte de El Ceremonioso (por lo excesivamente legalista que era), como El del Punyalet porque al parecer se hirió con el puñal mientras rompía las hojas del libro donde constaban los privilegios de la Unión.
Sin embargo, como compensación a la pérdida de los fueros de la Unión, establece unos que limitan el poder real y otorgan algunas garantías al pueblo.
La aceptación de límites por parte del Rey era pieza clave en una política conciliadora en respecto a los extremismos de la Unión.
Utebo 29 de julio 2011

lunes, 18 de julio de 2011

REY: ALFONSO III DE ARAGÓN (1265 – 1291)

Alfonso III de Aragón, apodado el Liberal o el Franco, nació en Valencia en 1265. Era el hijo mayor del matrimonio del Rey Pedro III de Aragón y de  Constanza de Sicilia, hija de Manfredo I de Sicilia.
A la muerte de su padre heredó los territorios de la Corona de Aragón, mientras que su hermano Jaime II de Aragón heredó el Reino de Sicilia.
Fue rey de Aragón, de Valencia y conde de Barcelona entre 1285 y 1291, y rey de Mallorca entre 1286 y 1291.
Jurado rey el 2 de febrero de 1286 en la ciudad de Valencia.  Posteriormente fue coronado rey de Aragón en la catedral de La Seo de Zaragoza, el 9 de abril de 1286 por el obispo de Huesca, ante la ausencia del arzobispo de Tarragona, que es quien debía coronar a los reyes de Aragón desde tiempos de Pedro II, aunque de hecho ningún rey de Aragón fue coronado por este cargo eclesiástico.
Entre los hechos más relevantes de su reinado citaremos:
  • La expansión por el mar Mediterráneo, comenzando por la conquista de Mallorca e Ibiza. Conquista de Menorca
  • La firma del Tratado de Tarascón por los conflictos derivados por la posesión de Sicilia
  • Los conflictos con la nobleza aragonesa fueron los aspectos más significativos de su reinado.

1 La expansión por el Mediterráneo
Alfonso III comenzó sus actos de gobierno en el año 1282, en que se hizo cargo de  los reinos de su padre cuando este marchó a la conquista de Sicilia, para posteriormente hacerse cargo del gobierno del reino  de Sicilia.
En 1285 participó en la defensa de los condados Pirenaicos frente al ataque de Felipe III de Francia y Carlos de Valois (rey nombrado por el papado). Una vez derrotados los franceses y en vista del apoyo prestado por el Rey Jaime II de Mallorca , hermano de Pedro III, este le declaró la guerra.
Así pues Alfonso III entre 1285 y 1286 conquistó por encargo de su padre las islas de Ibiza y de Mallorca a su tío Jaime II de Mallorca, quedando el reino de Mallorca como tributario del de Aragón.
De hecho cuando Pedro III falleció en Villafranca del Penedés, su hijo Alfonso se encontraba en Mallorca al mando de una expedición.
Ya como rey de Aragón preparó la expedición para tomar la isla de Menorca al almojarife  Abû’Umar.
En las Cortes celebradas en Huesca el 18 de octubre de 1286 convocó a sus súbditos en Salou para desde allí partir a la conquista de la isla.
Menorca había sido tradicionalmente vasallo de Aragón desde los tiempos en que Jaime I conquistó Mallorca en 1231, pero el rey de la isla fue acusado de aliarse con Túnez e indirectamente con Francia y de dar apoyo a diversas plazas norteafricanas, además de haberse convertido en  refugio de piratas que entorpecían el comercio.
Las fuerzas reunidas en Salou -que se calcula que tomaron parte en la expedición- contaban con unos 20.000 hombres y más de 100
El 22 de noviembre salieron las naves hacia Mallorca donde hicieron escala hasta después de Navidad.
La expedición llego a Mahón el día 5 de Enero de 1287 y desembarcaron el 17 de Enero (Actualmente se celebra el día de Menorca)
Una vez derrotadas las tropas musulmanas replegadas en el castillo de Sent Agáyz (Santa Águeda) El 21 de enero se firmaron los Pactos de Sent Agáyz, por los que los habitantes de la isla pasaban a ser siervos del rey de Aragón y todos sus bienes, excepto las ropas, incautados a menos que pagaran siete doblas y media de oro en el plazo de seis meses. Los que no pudieron pagar fueron vendidos como esclavos en mercados del norte de África,
La isla quedó despoblada, sus tierras fueron repartidas entre la nobleza y la repoblación corrió a cargo de gentes de los condados, de la actual Cataluña. Alfonso III permaneció en Ciudadela durante 45 días, donde dictó las directrices para el gobierno de la isla y mandó construir la Iglesia Catedral sobre la antigua mezquita, aunque su construcción empezó alrededor de 1300 cuando Alfonso III ya había fallecido

2 Firma del Tratado de Tarascón
Recordemos que el Papado había excomulgado con anterioridad a los reyes de Aragón, hasta que el reino de Sicilia pasara a manos de quien él consideraba como justo, donó el reino de Aragón a Carlos de Valois e impuso censuras eclesiásticas
Sus mayores problemas en el escenario internacional fueron su conflicto frente a Francia, los Valois y el Papado por los derechos de su hermano Jaime sobre Sicilia, al que en primera instancia apoyó pese a las presiones extranjeras
En el conflicto de Sicilia con el Papado y Francia, Alfonso ordena expediciones navales al mando de de Roger de Lauria, Bernat de Sarriá y Berenguer de Vilaregut.
Para dar respuesta a la situación de conflicto Alfonso III, recibió a los embajadores del Papa y de los reyes de Francia e Inglaterra que pedían la liberación del príncipe de Salerno, futuro Carlos II de Anjou, llamado ‘’el cojo’’, al que su padre había hecho prisionero.
Alfonso dejó en libertad a Carlos el 29 de octubre de 1288 haciendo que renunciara al reino de Sicilia en favor de su hermano Jaime y dejando de rehenes en Barcelona a sus dos hijos, Luis y Roberto.
Para evitar la confrontación con el Papa y Francia, en 1291 se firma el Tratado de Tarascon, por el cual se renuncia a Sicilia y a cambio se levanta la excomunión sobre los reyes aragoneses, Francia renuncia a entrar en los territorios de la Corona y se le concede a Aragón, la posibilidad de conquista de las islas de Córcega y Cerdeña.
La ocupación efectiva de Cerdeña se inició en 1323 y fue lenta y costosa (se la llamó 'tumba de aragoneses') pero Córcega no llegó nunca a ser conquistada.
Puesto que Jaime no renunció al trono de Sicilia, se avecinaba un nuevo conflicto, que no se produjo por la repentina muerte de Alfonso III.
Como consecuencia de la muerte del Rey Alfonso III, la isla de Sicilia pasa a ser gobernada por una dinastía derivada aragonesa ya que queda como rey Fadrique, que era hermano de Alfonso III y Jaime II de Aragón.
Esta dinastía derivada volverá al tronco de la Corona de Aragón con Martín I el humano y con Fernando I de Trastámara.

3 Conflicto con la nobleza aragonesa
Recordemos que en 1283 Pedro III tenía una situación de debilidad interna por los problemas en Sicilia. Eso fue aprovechado por los nobles, villas y ciudades de Aragón para hacerle firmar el Privilegio General por el cual tuvo que jurar los fueros, se estipuló que una vez al año se debían reunir cortes en el reino de Aragón, quedaron eximidos de seguir al rey en las conquistas ultramarinas y se concedieron otros beneficios.
La ambición mediterránea del Rey Alfonso III, provocó un desánimo en la nobleza aragonesa que se sintió desplazada, por ejemplo, por ser proclamado rey en Valencia, antes de la jura de los Fueros y que vio cuestionados sus privilegios ante el triunfo de la monarquía.
Las Cortes celebradas en junio de 1286 en Zaragoza y las de octubre del mismo año en Huesca acabaron con represalias y acciones militares entre la monarquía y los nobles, que amenazaron con dar el trono a Carlos de Valois, al que el Papa había nombrado como soberano de los reinos de Pedro III.
Debido a las circunstancias Alfonso III se vio obligado a firmar el Privilegio de la Unión (1287). Las exigencias con este privilegio eran más radicales y difíciles de cumplir, ya que debía entregar varios castillos y concedía que los nobles pertenecientes a la Unión y los ciudadanos de Zaragoza no podían ser apresados y juzgados si no lo hacía el Justicia. También se obligaba a la reunión anual de Cortes, de donde saldría elegido el consejo del rey para gobernar y administrar los reinos de Aragón, de Valencia y de Ribagorza.
Si el rey obraba en contra de lo estipulado en este documento, los nobles podían “desnaturarse” (negar la obediencia y elegir otro soberano sin incurrir en nota de infidelidad).
Esta condición dio motivo a Alfonso III a decir: “Que había en Aragón tantos reyes como ricos-hombres”

Sucesión
 El 18 de Junio de 1291 Alfonso III moría antes de tener descendencia  con su esposa Leonor de Inglaterra, (,hija de Eduardo I de Inglaterra y Leonor de Castilla).
Contrajo matrimonio por poderes con la infanta Leonor El matrimonio se celebró el 15 de agosto de 1282 en Barcelona pero no llegó a consumarse, ya que cuando estaba preparando los esponsales sufrió un infarto glandular que le trajo la muerte en tan sólo tres días.
Falleció el 18 de junio de 1291 a los 27 años de edad en la ciudad de Barcelona sin dejar descendencia, dejando el trono a su hermano Jaime de Sicilia, desde ahora Jaime II de Aragón.
Y el reino de Sicilia al hermano de ambos (Alfonso y Jaime) Fadrique.
Alfonso III fue sepultado en el desaparecido Convento de San Francisco de Barcelona, lugar de sepultura de otros miembros de la familia real aragonesa. En 1835 el Convento de San Francisco fue demolido y los restos del monarca, junto con los de la mayoría de las reinas e infantes allí sepultados, fueron trasladados a la Catedral de Barcelona,
.Imagenes.
Alfonso III por Manuel Aguirre
Corona de Constanza.
Utebo 18 de Julio 2011

lunes, 11 de julio de 2011

Pedro III y La Unión

En los primero 25 años del siglo XIII , se producen una serie de cambios en Aragón. El avance de la reconquista propicia una mejora en el terreno económico para los campesinos, debido a la emigración que se produce al Levante. Esto suponía una mejora para los que quedaban, ya que disponían de más tierras y a la vez había menos mano de obra lo que obligaba a los nobles a suavizar las relaciones con sus vasallos.
Las desavenencias del Rey con los nobles y ricos-hombres de Aragón comienzan con Pedro II, incrementándose con el rey Jaime I y con el rey Pedro III la situación se complica más.
La sociedad Aragonesa replantea sus relaciones entre los grupos sociales y de las clases altas con el Rey.
Las mejoras sociales se vieron truncadas con la política real de frenar la emigración aragonesa al levante y fomentar la de los barceloneses.
Los señores de Aragón comienzan una etapa de conservación de sus propios privilegios, basada en mantener el régimen arcaico, situación que permanece hasta finales del siglo XV.
El conjunto del Reino experimenta un alto desarrollo urbano, lo que da lugar a un nuevo grupo social, ubicado principalmente en Huesca, Jaca y Zaragoza cuya fuerza se basa en el poder económico, basada en la actividad mercantil y artesana de donde se han autoexcluido los nobles, aparece la burguesía, que invierte las rentas obtenidas en la compra de bienes inmuebles.
Esta burguesía presenta intereses políticos muy relacionados a los de la nobleza, relación que se incrementa al realizarse matrimonios entre la nobleza y la nueva clase social, que cada vez se distancia más de la monarquía.
Las pretensiones de los monarcas chocan con la defensa de los privilegios por parte de los grupos dirigentes, hasta el punto que al final del siglo XIII se impone al Rey el juramento de los fueros, usos y privilegios. La nobleza no solo quiere intervenir en la corrección de los abusos de la administración, sino que tras la muerte de Jaime I  “El Conquistador” trato de arrebatar una parte del poder ejecutivo e influir en la política exterior del Reino de Aragón
Los ricos hombres se consideran con derecho para representar, mejor que el rey y el resto de la sociedad, los intereses de Aragón, erigiéndose en portavoces del Reino, pero sin por ello atender a las necesidades reales de los decían eran sus representados.
El reinado de Pedro III “El Grande” se caracteriza por una ruptura con el tradicionalismo impuesto por su padre, en el campo internacional y en las relaciones con la nobleza.
Es durante este reinado, de Pedro III cuando mas aparece la separación de Aragón con el resto de territorios de la Corona Aragonesa.
La llegada al trono de Pedro III, se produce con una amplia experiencia política, pues cuenta con 36 años de edad y ha ejercido funciones reales, conoce muy bien sus territorios y sus problemas, No se titula rey de Aragón, ni toma decisiones, hasta jurar los fueros y ser coronado rey en Zaragoza.
El año 1282 Pedro III emprende la conquista de Sicilia, basándose en los derechos sucesorios, de su mujer. Constanza hija del Rey Manfredo) y el petición de los sicilianos que se habían sublevado contra los franceses de Anjou.
Los grupos dirigentes de Aragón no se oponían a la campaña, pero si se desentendían de ella, pues para ellos no representaba un incremento de patrimonio y la consideraban  como una cuestión dinástica, para ellos Pedro actuaba como soberano de Barcelona y su inclinación por el Mediterráneo.
Las consecuencias inmediatas de la conquista de Sicilia, por parte del Rey de Aragón fueron inmediatas por parte del papado;
El papa Martín IV respondió a la coronación siciliana de Pedro III con su excomunión (9 de noviembre de 1282) y su deposición como rey de Aragón (21 de diciembre de 1283), ofreciendo la corona al segundo hijo del rey de Francia, Carlos de Valois, a quien invistió el 27 de febrero de 1284, y declarando una cruzada contra Aragón. Todo ello basado en la infeudación del reino de Aragón realizada por el Rey Pedro II.
La situación en la que se encontró Pedro III era totalmente inestable, ya que no sólo tenía que enfrentarse a la invasión francesa que se preparaba al norte de los Pirineos, sino que tuvo que hacer frente a graves problemas en el interior de sus reinos surgidos antes las necesidades económicas que provocó la conquista de Sicilia.
La consecuencia de todo ello fue el enfrentamiento armado con el Rey de Francia en suelo aragonés
Carlos de Valois, aliado con Jaime II de Mallorca, invadió por Gerona, para hacerse con los reinos de Pedro, y llegó a sitiar la ciudad de Gerona; pero la resistencia de las diferentes ciudades  y la superioridad naval, cuando la flota aragonesa retornó de Sicilia, al mando de Roger de Lauria, que infligió a la escuadra francesa una derrota total en las islas Formigues,  permitieron rechazar la invasión (1285) en esta parte del Reino (Corona) de Aragón.
El otro frente de invasión se produjo a través de Navarra, la defensa realizada en la propia frontera impidió el avance francés, por lo que Pedro III inició los preparativos para atacar en la propia Navarra.
La convocatoria de tropas se cursó a todos los hombres de armas del Reino. A esta convocatoria acudieron diez ricos hombres, cinco mesnaderos y las milicias de 15 concejos. Los que acudieron a la convocatoria se encontraban confabulados para plantear al Rey una serie de quejas y reclamaciones, que si no eran satisfechas inmediatamente, significaría el abandono de la campaña. Las reclamaciones se fundamentaban en el mantenimiento de los privilegios, la no exigencia de nuevos impuestos y que el rey debería aconsejarse de ellos..
Pedro III se negó diciendo “hasta el momento había actuado por si en los asuntos, ahora no tenía necesidad de sus consejos” Tampoco admitió la consideración de sus peticiones para después de la campaña.
Los aragoneses ante la negativa de su Rey y las circunstancias de este, excomulgado y destronado por la Iglesia, se negaron a emprender la expedición. Reuniéndose en Tarazona donde se juramentaron para actuar unidos frente al Rey.
Una vez establecida esta junta de Tarazona comienza un movimiento de participación municipal, aunque el Rey trato de que fuera un movimiento de los Nobles, en las cortes de Zaragoza de 1283, se encuentra con que el movimiento se ha extendido a los municipios, pues las reclamaciones de los rebeldes, no eran privativas del estamento nobiliar sino que aglutina una serie de intereses generales y particulares de la nobleza y las ciudades. La Unión se convierte en un modo de manifestar lo aragonés frente a la influencia de la Corte sita en Barcelona. Es la reacción de los aragoneses frente  a la Casa de Barcelona, defensora de los intereses de lo nobles y ricos-hombres barceloneses.
Pedro III soluciona los problemas internos concediendo, en 1283, la formación de la Unión aragonesa y prestando juramento al “Privilegio General” que defendía los privilegios de la nobleza; asimismo concedió al Condado de Barcelona la constitución “Una vegada l´any” en las cortes celebradas en Barcelona entre 1283 y 1284.
En realidad las novedades son escasas, en el fondo son confirmaciones de privilegios y costumbres antiguas, su interés es que aparece una nueva forma de establecer las relaciones entre el monarca, asentando una serie de instituciones, que marcarán el futuro político del Reino en los siglos venideros.
La situación de Pedro III desde el otoño de 1284 se complica, aparece una nueva amenaza de invasión en el Midi, se nombra a Carlos de Valois como Rey de Aragón y sufre el abandono internacional. Esta situación afecta a la Unión rompiendo su unanimidad inicial, apareciendo un grupo partidario de apoyar al Rey en defensa del Reino.
Solucionados los problemas interiores, Pedro III pudo centrar su atención en la invasión francesa, derrotándolos primero en mar, luego en Gerona y  a continuación una derrota en tierras navarras, en el barranco de las Panizas, cuando las tropas francesas se retiraban en Navarra.
La Unión ha adquirido estructura y organización que le permite ser una fuerza activa que aspira a dirigir y gobernar, llegando a legislar, en asuntos que hasta entonces eran incumbencia del Monarca, arrogándose el derecho a convocar las tropas del reino para actuar contra su Rey.
La muerte de Pedro III en 1285 y la llegada al trono de su hijo Alfonso III va a significar un mayor recrudecimiento de la Crisis.

Los unionistas más radicales vuelven a plantear la lucha en toda su extensión.
Imagenes:
Retrato del Rey Pedro III
Batalla de las Panizas (Mariano Barbasan)
Sepulcro de Pedro III

Utebo 11 de Julio 2011