domingo, 18 de noviembre de 2012

ALFONSO V REY DE ARAGÓN



ALFONSO V DE ARAGÓN (Parte I)
Alfonso V de Aragón nació en Medina del Campo, 1396 y murió en Nápoles, el 27 de junio de 1458.
Alfonso V era el hijo primogénito del regente de Castilla Fernando de Antequera y posteriormente rey de Aragón con el nombre de Fernando I, y de la condesa Leonor de Alburquerque.
Pertenecía, por tanto, a la Casa de Aragón por ser nieto de Leonor de Aragón (ya que la dignidad real aragonesa podía transmitirse por línea femenina) y al linaje Trastámara por ser nieto de Juan I de Castilla.
El 28 de junio de 1412 se convierte en heredero al trono de la Corona de Aragón cuando su padre Fernando I, fue proclamado rey tras el llamado Compromiso de Caspe y tres años más tarde, el 12 de junio de 1415, en la catedral de Valencia, contrae matrimonio con su prima la infanta María hija de Enrique III de Castilla y de Catalina de Lancáster.
El 2 de abril de 1416, tras el fallecimiento de su padre le sucede como rey de Aragón y de los demás reinos de los que era titular.
El Rey Alfonso V fue llamado también el Magnánimo y el Sabio,
Ostentó los siguientes títulos  entre 1416 y 1458 fue rey de Aragón, de Valencia (Alfonso III), de Mallorca (Alfonso I), de Sicilia (Alfonso I) de Cerdeña (Alfonso II) y conde de Barcelona (Alfonso IV); y entre 1442 - 1458 rey de Nápoles (Alfonso I).
La dinastía Trastámara, establecida en Aragón en 1412 por decisión de los compromisarios de Caspe era castellana. Alfonso V se rodeó de castellanos, lo que sentó mal en los reinos de la Corona, que pidieron al monarca ser consultados antes de proveer los oficiales para la real casa, pero su petición no fue atendida.
Nombró baile general de Aragón a D. Álvaro de Garavito, nombramiento que causó fuertes conmociones. (Baile Antiguamente, en la Corona de Aragón, juez ordinario en ciertos pueblos de señorío).
No contento con esto, obligó a dimitir al Justicia de Aragón Juan Ximénez Cerdán  para designar en su puesto a su incondicional colaborador Berenguer de Bardaxí lo que originó disturbios que llevaron a Bardaxí a renunciar al cargo.
Posteriormente, en 1439, destituiría a otro Justicia de Aragón, Martín Díez  por motivos poco claros.
Alfonso V no celebró Cortes  para los aragoneses hasta siete años después de su llegada al trono. Cuando por fin, en 1423, se celebraron en Maella, las presidió la lugarteniente doña María de Castilla (su esposa), en medio de las protestas de los participantes por esta delegación.

domingo, 11 de noviembre de 2012

FERNANDO I REY DE ARAGÓN



Fernando I de Aragón nació en Medina del Campo, el 27 de noviembre de 1380 y falleció en- Igualada, el día 2 de abril de 1416.
Fernando era hijo segundo de Juan I de Castilla y de Leonor de Aragón, hermana del rey aragonés Martín el Humano, y nieto, por tanto, del rey Pedro IV el Ceremonioso por vía materna, y del rey Enrique II de Castilla, por la rama paterna.
En 1410, al morir su tío el rey Martín I de Aragón sin descendencia directa y legítima, Fernando presenta su candidatura a la sucesión del trono aragonés y, aunque en un principio se presentan hasta seis candidatos al trono y Fernando no es de los más favorecidos, la caída en desgracia de Luis de Anjou, que no pudo responder a las peticiones de ayuda militar de sus partidarios debido a la lejanía de Nápoles, impulsó la candidatura de Fernando, que se convirtió en la más potente junto a la de Jaime de Urgel.
Fernando, que contaba con un gran poder económico, su red de señoríos era enorme, junto a un sólido prestigio militar y el ejército castellano a su disposición, contó con el apoyo de la familia valenciana de los Centelles, de la familia aragonesa de los Urrea y de una parte sustancial de la burguesía barcelonesa.
Esto, unido a los errores de Jaime de Urgel, entre ellos la conspiración para asesinar al arzobispo de Zaragoza, García Fernández de Heredia, y al apoyo tanto de Benedicto XIII, así como de su confesor, Vicente Ferrer, inclinarán la balanza hacia la candidatura de Fernando, que será refrendado, el 28 de junio de 1412, en el llamado Compromiso de Caspe al ser proclamado rey de Aragón y de los demás estados de la Corona de Aragón.
De esta manera el Rey Fernando I también llamado Fernando de Trastámara, Fernando de Antequera, Fernando el Justo y Fernando el Honesto, fue infante de Castilla, rey de Aragón, de Valencia, de Mallorca, de Sicilia, de Cerdeña y de Córcega; duque de Neopatria y de Atenas; conde de Barcelona, de Rosellón y de Cerdaña; y regente de Castilla. Fue el primer monarca aragonés de la dinastía castellana de los Trastámara,
Tras realizar el juramento completo como rey el 3 de septiembre ante las Cortes de Aragón reunidas desde el el 25 de agosto de 1412 en Zaragoza, donde varios de sus antiguos rivales para ocupar el trono, como Alfonso de Gandía, Fadrique de Luna y Juan de Prades, le rendirán pleitesía, se dirigirá a Lérida, donde representantes de su gran rival, Jaime de Urgel, le rinden vasallaje, a cambio del ducado de Montblanch y de la concertación de un matrimonio entre sus hijos Enrique e Isabel.
El 19 de noviembre, Fernando convocaba las Cortes de los condados catalanes con objeto de jurar sus usos y costumbres; el 15 de diciembre fueron convocadas, pero no concluirían hasta el 31 de agosto de 1413, debido a la necesidad de sofocar la revuelta de Jaime II de Urgel iniciada en la primavera de este último año;
El inicio de las Cortes del Reino de Valencia se había previsto para el 15 de abril de 1413, pero la sublevación de Jaime II y la coronación en Zaragoza que se celebró en 1414 impidió su inicio.
Con la ayuda de todos los estamentos de la Corona sofoca la revuelta y sitia al conde de Urgel en el castillo de Balaguer, que es tomado el 31 de octubre, tras lo cual el antiguo pretendiente al trono de Aragón fue despojado de todos sus títulos y desterrado.
En 1413 propondría a las Cortes en Barcelona realizar la primera compilación de las Constituciones.
Política interior
Fernando I de Aragón reinó poco tiempo; a pesar de ello, en los aproximadamente tres años y nueve meses que duró su gobierno reorganizó la Hacienda y saneó la economía y la administración de la Corona.
Trabajó en la seguridad ciudadana, intentó impedir las persecuciones contra los judíos y procuró luchar contra la corrupción.
También emprendió una reforma de los gobiernos de los municipios buscando una mayor participación de sus representantes.
En cuanto a las instituciones políticas, no introdujo cambios estructurales en la organización de la Corona, sino que mantuvo el sistema anterior, procurando que el rey participara como un elemento más integrado en los organismos de gobierno establecidos, lo que contribuyó al fortalecimiento del poder regio. Su gran logro en este ámbito fue restablecer el orden tras el inestable periodo del Interregno previo al Compromiso de Caspe
Política exterior
Normalizó la situación interna de Sicilia con el nombramiento en 1415 de su hijo Juan como virrey de Sicilia, logrando acabar con la guerra civil que desde el fallecimiento de Martín el Joven enfrentaba a la viuda de este, Blanca I de Navarra, con el hijo ilegítimo de aquel, Fadrique de Luna. También orientó a su hijo Juan hacia el Nápoles, proponiendo su matrimonio con la reina Juana, proclamada a la muerte de su hermano Ladislao I de Nápoles el 6 de agosto de 1414, pero el enlace no prosperó y Juan acabó casando con Blanca.
Al resto de los llamados por Don Juan Manuel «infantes de Aragón», Enrique, Pedro y Sancho los situó como grandes maestres de las órdenes militares de Santiago, Calatrava y Alcántara; por su parte, las infantas de Aragón María y Leonor acabaron siendo reinas consortes de Castilla y de Portugal respectivamente.
Además, como perteneciente al linaje de Trastámara, Fernando I tenía grandes patrimonios en Castilla, donde era también regente, lo que le permitió de facto gobernar en ambas Coronas, ya que no renunció a la regencia castellana tras alcanzar el trono aragonés.
En la cuestión del Cisma de Occidente, se desvinculó muy pronto de Benedicto XIII (el papa Luna o antipapa) e intentó que renunciase al pontificado, para lo cual se reunió con él en Morella (1414) y en Perpiñán (1415).
Tras la decisión tomada en el Concilio de Constanza, reunido el 5 de noviembre de 1414, que destituyó a los tres papas, y la entrevista que Fernando I tuvo con el emperador Segismundo, el rey de Aragón decidió contribuir a poner fin al Cisma dejando de apoyar al papa Luna, lo que permitió que la Corona de Aragón volviera a ocupar el centro de las decisiones en el ámbito europeo y recuperara su posición al frente de la política en el Mediterráneo.
Aseguró la continuidad de la monarquía, aspecto que tantos problemas había causado con la muerte sin heredero de Martín I el Humano, nombrando a su primogénito Alfonso heredero real.

El 14 de marzo de 1416 enfermó en Igualada, donde murió el 2 de abril del mismo año.