Restitución de derechos históricos de Cataluña
Hemos rescatado el discurso de D. Pedro Gómez de la Serna, respondiendo a CIU y ERC en las Cortes. Aun quedan grandes Diputados que se atreven a decir las cosas como son.
“La verdad, señorías, es que,
al margen de la ideología de cada cual, después de escuchar los disparates que
hemos escuchado hoy aquí, a uno no le extraña que el 51% de los catalanes se
abstuvieran en el referéndum del Estatuto, y que el 5% votara en blanco.
A base de intervenciones como
las que se ha escuchado hoy en esta sala, están Uds. logrando lo que no
consiguió el general Franco a lo largo de sus 40 años de dictadura: la
desafección de los catalanes de la vida política. Unos catalanes que acabarán
siendo independientes, sí, pero de la política. Están Uds. alumbrando, en
expresión de Josep María Colomer, un nuevo tipo de ciudadano cada vez más
alejado, mentalmente, vitalmente, sociológicamente, anímicamente, de la
política y de la res pública. Un catalán secesionado de la política.
Después de 30 años de
gobierno nacionalista o con participación nacionalista en Cataluña, puede
decirse que el nacionalismo catalán en su conjunto, como proyecto de sociedad,
ha fracasado. Y han fracasado porque treinta años después, han conducido, entre
unos y otros, a Cataluña a un callejón sin salida de enfrentamiento, de
división y de ruptura. Entre unos y otros, han conducido a Cataluña hacia una
de las crisis más graves de su Historia, en términos políticos,
institucionales, económicos, y muy probablemente también, en términos sociales.
Y como única respuesta, han buscado Uds. un enemigo exterior, un chivo
expiatorio: la culpa es de España. Crean la crisis, y después pretenden taparla
creando una crisis todavía mayor.
Pero
vayamos por partes.
1.- Piden Uds. en primer
lugar, algo insólito, que deroguemos los Decreto de Nueva Planta.
Yo creo que los ciudadanos
merecen un mínimo de rigor y un máximo de respeto. No se puede derogar lo que
no está en vigor. Yo soy diputado por Segovia. Su iniciativa es como si yo
trajera a esta Cámara la derogación del Fuero de Sepúlveda ¿Y por qué no
proponen también que estas Cortes se dediquen a derogar, no sé, pongo por caso,
el Código de Justiniano, la Novísima Recopilación, las Pandectas, Las Partidas
o cualquier cuerpo legislativo histórico de España? Su propuesta no es sólo
extemporánea, porque llegan Uds. con 300 años de retraso, sino también
excéntrica. No conozco a nadie, salvo Uds., que mantenga que los Decretos de
Nueva Planta estén en vigor….Es insólito. Es ridículo y es una tomadura de pelo
a la Cámara.
2.- Hablan Uds. en su PNL de
una supuesta soberanía de Cataluña suprimida por Felipe V.
Y yo, antes de entrar en
materia, me pregunto: ¿Les parece normal, con la que está cayendo, que esta
Cámara se dedique a hablar de Felipe V o de Carlos II el Hechizado y de sus
disposiciones testamentarias? Pobre Cataluña, si tuviera que debatirse
únicamente entre la fatiga de unos y el hechizo de otros…
Sean honestos: no mientan a
la gente: Cataluña no fue nunca soberana. Han construido Uds. un relato falso.
Han engañado Uds. a los catalanes.
Cataluña jamás existió como
nación –un concepto aún no vigente- ni como Estado. En 1700 Cataluña era un
Principado, sí, un territorio con instituciones propias, sí, pero integrado en
la Corona de Aragón y en consecuencia en España. Pero ni era un Estado soberano
ni era una nación. Las Cortes eran estamentales y como tales no representaban
soberanía nacional o popular alguna –estamos antes de la revolución francesa-
sino a los tres estados: el clero, la nobleza y tercer estado. Tampoco existía
una opinión pública catalana, porque la opinión pública como tal no surge sino
hasta finales del XVIII, como todo el mundo sabe.
La Nueva Planta fue, en
opinión de Vicens Vives –nada sospechoso de anticatalanismo-
“Un desescombro que obligó a
los catalanes a mirar hacia el porvenir”; algo que comparte Ferrán Soldevilla
cuando dice que dieron lugar al resurgimiento económico de Cataluña; por cierto
que ya Mercader y Voltes pusieron de relieve la catalanidad de los gestores de
la Nueva Planta. No voy a entrar en mayor debate. Cito sólo a cuatro
historiadores catalanes de indudable prestigio. Le recomiendo su lectura.
Léalos, y sabrá, entre otras cosas, que aquella no fue una guerra de secesión
sino de sucesión. Léalos y sabrá que el mayor valedor del archiduque de Austria
frente al borbón fue el almirante de Castilla. Léalos y sabrá que la realidad
fue mucho más compleja de lo usted dibuja. Léalos y sabrá que el austracismo
catalán no fue inmediato; hasta el punto que, con motivo de la boda de Felipe V
en Barcelona, se produjo una eclosión de panegíricos catalanes como los de Joan
Bac o Raimundo Costa. Nadie cuestionó la legitimidad de Felipe V en Cataluña
hasta que en 1703 emerge la alianza internacional antifrancesa y pro austriaca.
Los actores españoles no fueron más que actores sucursalizados de las grandes
alianzas internacionales.
Hacen Uds. también la
afirmación de que Felipe V incorpora Cataluña a Castilla mediante el derecho de
conquista. Primero, no la incorpora a Castilla. Segundo, saben perfectamente
que Barcelona fue inicialmente leal a Felipe V y que fue asediada por una
escuadra internacional anglo portuguesa dos veces: en 1704 y el 1705, por
cierto esta última vez lanzando nada menos que 6000 bombas sobre la ciudad, que
cayó finalmente en manos austracistas. Derecho de conquista.
Repito: fue una guerra de sucesión, no de secesión. Y lo que había en
Cataluña no era un sentimiento antiespañol, sino antifrancés. Ya lo dijo D. Rafael de Casanova: “Por nosotros y por la
nación española peleamos”.
Lo que querían los catalanes
era movilizar a toda España contra el candidato francés, es decir, liderar
España, el mismo propósito de Cambó, algo a lo que Uds., los nacionalistas, han
renunciado. Y han renunciado porque al nacionalismo siempre le falta ambición
de país, y porque el nacionalismo consiste en querer tener cada vez más poder
en un lugar cada vez menos poderoso: en otras palabras, mandar cada vez más
sobre cada vez menos. Y esa falta de ambición y de proyección, ese no
incorporarse al liderazgo del proyecto español, es lo que les lleva, a Uds y a
Cataluña, al colapso.
Y fue un catalán, D. Ramón
Lázaro Dou, un ilustrado catalán precursor de la Renaixenxa y diputado en
Cádiz, quien glosó los Decretos de Nueva Planta por haber acabado con las
jurisdicciones patrimoniales y la única instancia en las condenas de muerte y
por la prohibición de las multitudes armadas para perseguir a los delincuentes.
No seré yo quien defienda a Felipe V, pero sí se digo que la historia es mucho
más compleja que el mito, señor Bosch. Y es más compleja también que la
mentira. Y claro, cuando uno parte de premisas falsas llega a conclusiones
erróneas. No es una historia infantil de buenos y malos. Es una historia de
hombres, con luces y con sombras.
3.- Hablan Uds. del derecho
de autodeterminación.
Cataluña nunca fue soberana.
Tampoco ahora lo es. No es sujeto de derecho internacional.
No es sujeto constituyente.
No tiene poder constituyente. Hablar de autodeterminación en España es hablar
de ruptura. De ruptura constitucional y de ruptura de la convivencia. Y no
tenga ninguna duda de que el modelo constitucional tiene mecanismos para garantizar
la convivencia, la paz, y la unidad. Y que el Estado garantizará la vigencia
del artículo 2 de nuestra Constitución, que se fundamenta en la indisoluble
unidad de la Nación española.
Yo les pediría que dejaran de
jugar de una vez con el futuro de Cataluña. Con el pasado, con el presente, con
el porvenir de los catalanes. No tienen Uds. ningún derecho, ninguno, a crearle
a la gente más problemas de los que ya tiene. No tienen Uds. ningún derecho,
ninguno, a meter a los catalanes en la tempestad de la secesión. No tienen Uds.
ningún derecho, ninguno, a jugar con la convivencia en Cataluña. Ya en el
tripartito se les hundió el Carmel. No hundan ahora Cataluña entera.
4.- Luego plantean Uds. el
manido y falso asunto del expolio de Cataluña.
Como la manipulación de la
lengua no les ha servido como instrumento de ruptura y ha chocado con no pocos
estratos de población, han acudido entonces a la manipulación de la economía,
que sí llega a todos los estratos, como instrumento de ruptura. Otra salida en
falso, otra huida hacia ninguna parte, otra manipulación.
En primer lugar, no tributan
los territorios, tributan las personas.
En segundo lugar, con la
misma justificación podrían hablar los madrileños de expolio porque, si se
trata de territorios, estamos por delante de Uds.
En tercer lugar, por idéntica
razón los habitantes de Gerona podrían sentirse expoliados por los demás
catalanes, porque le recuerdo que Gerona es la provincia de más renta per
cápita de Cataluña.
En cuarto lugar,
desgraciadamente, no todo el dinero recaudado en Cataluña redunda en beneficio
de los catalanes: ya; ya se ocupan algunos cuando están en el poder de que eso
no ocurra: caso Millet, Santa Coloma, Prenafeta, ITV, el contrabando de tabaco
del conseller de ERC, las cartas de extorsión a los trabajadores de la
Generalitat pidiéndoles un porcentaje de su salario para ERC –por cierto que el
Sr. Vendrell fue luego ascendido a Consejero- los sueldos exorbitantes de los
Presidentes de las Diputaciones que Uds., controlaban –Lérida y Gerona- las
colocaciones de ex políticos en empresas del sector público catalán, los gastos
desorbitantes para tunear vehículos oficiales …todo muy ejemplar:
Si Rafael Casanova levantara
la cabeza…y viera lo que hacen Uds. en nombre de Cataluña…y viera cómo han dilapidado
Uds. aquél enorme patrimonio de la Transición que era el antiguo liderazgo
catalán de una nación de 40 millones de habitantes, con sus mercados, con sus
relaciones internacionales, cuarta economía de la zona euro, …
Si levantara la cabeza y se
preguntara: ¿El expolio? Con toda probabilidad les contestaría: El expolio de
Cataluña son Uds.
Uds. incrementan la deuda en
un 200% y, asustados ante la deuda, piden la independencia.
Independencia, ¿para qué?
¿para endeudar todavía más a los catalanes? ¿Para aislarles del mundo?
¿Independencia para ser una especie de rara avis entre los no alineados?
¿Independencia para arruinar a los catalanes? ¿Han calculado Uds., antes de
jugar con este fuego, cuántas empresas saldrían de Cataluña? ¿Cuántas
multinacionales europeas sacarían sus plantas de allá? ¿Cuántas grandes
empresas catalanas deslocalizarían sus activos, sus sedes, de un territorio
aislado del mundo? ¿Han calculado Uds. el coste que esto tendría en la mediana
y pequeña empresa de Cataluña, muchas veces auxiliares de las anteriores? ¿Han
calculado el ingente paro que generaría la independencia? Hagan números, y
después pídanle a la gente que sacrifique su hacienda, su trabajo, su
bienestar, el futuro de sus hijos, en el altar de un delirio secesionista.
Si Cataluña se independiza,
¿con qué dinero van a pagar las pensiones? ¿Con que dinero van a pagar el
desempleo de los catalanes? ¿En qué mercados van a vender sus productos y con
qué aranceles? ¿Cómo van a pagar su deuda? . Digan a la gente el verdadero coste
de la independencia: un descalabro en términos de generación de riqueza y de
PIB per cápita que les situaría por debajo de cualquier territorio o comunidad
de España.
Digan la verdad a la gente
antes de jugar con el futuro de los catalanes. Con su hoja de ruta llevarán a
los catalanes a la bancarrota y provocarán el derrumbe del estado de bienestar.
Ni Montenegro ni Islandia: Chipre, Grecia o Padania. Sigan Uds. así, que las
agencias de calificación ya han tomado buena nota y han bajado su bono al nivel
de bono basura…
Y hagan Uds. cuentas también
en el ámbito de la democracia y de la política, porque la Constitución española
se reafirmó como Constitución catalana con el respaldo del 90,3% de los
catalanes. Algo muy difícilmente superable, en términos de legitimidad
democrática, se pongan Uds. como se pongan y saquen a la calle al número de
personas que quieran sacar a la calle.
Muchas gracias”