miércoles, 23 de octubre de 2013

ACTUALIDAD: Restitución de derechos históricos de Cataluña



Restitución de derechos históricos de Cataluña
Hemos rescatado el discurso de D. Pedro Gómez de la Serna, respondiendo a CIU y ERC en las Cortes. Aun quedan grandes Diputados que se atreven a decir las cosas como son.
“La verdad, señorías, es que, al margen de la ideología de cada cual, después de escuchar los disparates que hemos escuchado hoy aquí, a uno no le extraña que el 51% de los catalanes se abstuvieran en el referéndum del Estatuto, y que el 5% votara en blanco.
A base de intervenciones como las que se ha escuchado hoy en esta sala, están Uds. logrando lo que no consiguió el general Franco a lo largo de sus 40 años de dictadura: la desafección de los catalanes de la vida política. Unos catalanes que acabarán siendo independientes, sí, pero de la política. Están Uds. alumbrando, en expresión de Josep María Colomer, un nuevo tipo de ciudadano cada vez más alejado, mentalmente, vitalmente, sociológicamente, anímicamente, de la política y de la res pública. Un catalán secesionado de la política.
Después de 30 años de gobierno nacionalista o con participación nacionalista en Cataluña, puede decirse que el nacionalismo catalán en su conjunto, como proyecto de sociedad, ha fracasado. Y han fracasado porque treinta años después, han conducido, entre unos y otros, a Cataluña a un callejón sin salida de enfrentamiento, de división y de ruptura. Entre unos y otros, han conducido a Cataluña hacia una de las crisis más graves de su Historia, en términos políticos, institucionales, económicos, y muy probablemente también, en términos sociales. Y como única respuesta, han buscado Uds. un enemigo exterior, un chivo expiatorio: la culpa es de España. Crean la crisis, y después pretenden taparla creando una crisis todavía mayor.
Pero vayamos por partes.
1.- Piden Uds. en primer lugar, algo insólito, que deroguemos los Decreto de Nueva Planta.
Yo creo que los ciudadanos merecen un mínimo de rigor y un máximo de respeto. No se puede derogar lo que no está en vigor. Yo soy diputado por Segovia. Su iniciativa es como si yo trajera a esta Cámara la derogación del Fuero de Sepúlveda ¿Y por qué no proponen también que estas Cortes se dediquen a derogar, no sé, pongo por caso, el Código de Justiniano, la Novísima Recopilación, las Pandectas, Las Partidas o cualquier cuerpo legislativo histórico de España? Su propuesta no es sólo extemporánea, porque llegan Uds. con 300 años de retraso, sino también excéntrica. No conozco a nadie, salvo Uds., que mantenga que los Decretos de Nueva Planta estén en vigor….Es insólito. Es ridículo y es una tomadura de pelo a la Cámara.
2.- Hablan Uds. en su PNL de una supuesta soberanía de Cataluña suprimida por Felipe V.
Y yo, antes de entrar en materia, me pregunto: ¿Les parece normal, con la que está cayendo, que esta Cámara se dedique a hablar de Felipe V o de Carlos II el Hechizado y de sus disposiciones testamentarias? Pobre Cataluña, si tuviera que debatirse únicamente entre la fatiga de unos y el hechizo de otros…
Sean honestos: no mientan a la gente: Cataluña no fue nunca soberana. Han construido Uds. un relato falso. Han engañado Uds. a los catalanes.
Cataluña jamás existió como nación –un concepto aún no vigente- ni como Estado. En 1700 Cataluña era un Principado, sí, un territorio con instituciones propias, sí, pero integrado en la Corona de Aragón y en consecuencia en España. Pero ni era un Estado soberano ni era una nación. Las Cortes eran estamentales y como tales no representaban soberanía nacional o popular alguna –estamos antes de la revolución francesa- sino a los tres estados: el clero, la nobleza y tercer estado. Tampoco existía una opinión pública catalana, porque la opinión pública como tal no surge sino hasta finales del XVIII, como todo el mundo sabe.
La Nueva Planta fue, en opinión de Vicens Vives –nada sospechoso de anticatalanismo-
“Un desescombro que obligó a los catalanes a mirar hacia el porvenir”; algo que comparte Ferrán Soldevilla cuando dice que dieron lugar al resurgimiento económico de Cataluña; por cierto que ya Mercader y Voltes pusieron de relieve la catalanidad de los gestores de la Nueva Planta. No voy a entrar en mayor debate. Cito sólo a cuatro historiadores catalanes de indudable prestigio. Le recomiendo su lectura. Léalos, y sabrá, entre otras cosas, que aquella no fue una guerra de secesión sino de sucesión. Léalos y sabrá que el mayor valedor del archiduque de Austria frente al borbón fue el almirante de Castilla. Léalos y sabrá que la realidad fue mucho más compleja de lo usted dibuja. Léalos y sabrá que el austracismo catalán no fue inmediato; hasta el punto que, con motivo de la boda de Felipe V en Barcelona, se produjo una eclosión de panegíricos catalanes como los de Joan Bac o Raimundo Costa. Nadie cuestionó la legitimidad de Felipe V en Cataluña hasta que en 1703 emerge la alianza internacional antifrancesa y pro austriaca. Los actores españoles no fueron más que actores sucursalizados de las grandes alianzas internacionales.
Hacen Uds. también la afirmación de que Felipe V incorpora Cataluña a Castilla mediante el derecho de conquista. Primero, no la incorpora a Castilla. Segundo, saben perfectamente que Barcelona fue inicialmente leal a Felipe V y que fue asediada por una escuadra internacional anglo portuguesa dos veces: en 1704 y el 1705, por cierto esta última vez lanzando nada menos que 6000 bombas sobre la ciudad, que cayó finalmente en manos austracistas. Derecho de conquista.
Repito: fue una guerra de sucesión, no de secesión. Y lo que había en Cataluña no era un sentimiento antiespañol, sino antifrancés. Ya lo dijo D. Rafael de Casanova: “Por nosotros y por la nación española peleamos”.
Lo que querían los catalanes era movilizar a toda España contra el candidato francés, es decir, liderar España, el mismo propósito de Cambó, algo a lo que Uds., los nacionalistas, han renunciado. Y han renunciado porque al nacionalismo siempre le falta ambición de país, y porque el nacionalismo consiste en querer tener cada vez más poder en un lugar cada vez menos poderoso: en otras palabras, mandar cada vez más sobre cada vez menos. Y esa falta de ambición y de proyección, ese no incorporarse al liderazgo del proyecto español, es lo que les lleva, a Uds y a Cataluña, al colapso.
Y fue un catalán, D. Ramón Lázaro Dou, un ilustrado catalán precursor de la Renaixenxa y diputado en Cádiz, quien glosó los Decretos de Nueva Planta por haber acabado con las jurisdicciones patrimoniales y la única instancia en las condenas de muerte y por la prohibición de las multitudes armadas para perseguir a los delincuentes. No seré yo quien defienda a Felipe V, pero sí se digo que la historia es mucho más compleja que el mito, señor Bosch. Y es más compleja también que la mentira. Y claro, cuando uno parte de premisas falsas llega a conclusiones erróneas. No es una historia infantil de buenos y malos. Es una historia de hombres, con luces y con sombras.
3.- Hablan Uds. del derecho de autodeterminación.
Cataluña nunca fue soberana. Tampoco ahora lo es. No es sujeto de derecho internacional.
No es sujeto constituyente. No tiene poder constituyente. Hablar de autodeterminación en España es hablar de ruptura. De ruptura constitucional y de ruptura de la convivencia. Y no tenga ninguna duda de que el modelo constitucional tiene mecanismos para garantizar la convivencia, la paz, y la unidad. Y que el Estado garantizará la vigencia del artículo 2 de nuestra Constitución, que se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española.
Yo les pediría que dejaran de jugar de una vez con el futuro de Cataluña. Con el pasado, con el presente, con el porvenir de los catalanes. No tienen Uds. ningún derecho, ninguno, a crearle a la gente más problemas de los que ya tiene. No tienen Uds. ningún derecho, ninguno, a meter a los catalanes en la tempestad de la secesión. No tienen Uds. ningún derecho, ninguno, a jugar con la convivencia en Cataluña. Ya en el tripartito se les hundió el Carmel. No hundan ahora Cataluña entera.
4.- Luego plantean Uds. el manido y falso asunto del expolio de Cataluña.
Como la manipulación de la lengua no les ha servido como instrumento de ruptura y ha chocado con no pocos estratos de población, han acudido entonces a la manipulación de la economía, que sí llega a todos los estratos, como instrumento de ruptura. Otra salida en falso, otra huida hacia ninguna parte, otra manipulación.
En primer lugar, no tributan los territorios, tributan las personas.
En segundo lugar, con la misma justificación podrían hablar los madrileños de expolio porque, si se trata de territorios, estamos por delante de Uds.
En tercer lugar, por idéntica razón los habitantes de Gerona podrían sentirse expoliados por los demás catalanes, porque le recuerdo que Gerona es la provincia de más renta per cápita de Cataluña.
En cuarto lugar, desgraciadamente, no todo el dinero recaudado en Cataluña redunda en beneficio de los catalanes: ya; ya se ocupan algunos cuando están en el poder de que eso no ocurra: caso Millet, Santa Coloma, Prenafeta, ITV, el contrabando de tabaco del conseller de ERC, las cartas de extorsión a los trabajadores de la Generalitat pidiéndoles un porcentaje de su salario para ERC –por cierto que el Sr. Vendrell fue luego ascendido a Consejero- los sueldos exorbitantes de los Presidentes de las Diputaciones que Uds., controlaban –Lérida y Gerona- las colocaciones de ex políticos en empresas del sector público catalán, los gastos desorbitantes para tunear vehículos oficiales …todo muy ejemplar:
Si Rafael Casanova levantara la cabeza…y viera lo que hacen Uds. en nombre de Cataluña…y viera cómo han dilapidado Uds. aquél enorme patrimonio de la Transición que era el antiguo liderazgo catalán de una nación de 40 millones de habitantes, con sus mercados, con sus relaciones internacionales, cuarta economía de la zona euro, …
Si levantara la cabeza y se preguntara: ¿El expolio? Con toda probabilidad les contestaría: El expolio de Cataluña son Uds.
Uds. incrementan la deuda en un 200% y, asustados ante la deuda, piden la independencia.
Independencia, ¿para qué? ¿para endeudar todavía más a los catalanes? ¿Para aislarles del mundo? ¿Independencia para ser una especie de rara avis entre los no alineados? ¿Independencia para arruinar a los catalanes? ¿Han calculado Uds., antes de jugar con este fuego, cuántas empresas saldrían de Cataluña? ¿Cuántas multinacionales europeas sacarían sus plantas de allá? ¿Cuántas grandes empresas catalanas deslocalizarían sus activos, sus sedes, de un territorio aislado del mundo? ¿Han calculado Uds. el coste que esto tendría en la mediana y pequeña empresa de Cataluña, muchas veces auxiliares de las anteriores? ¿Han calculado el ingente paro que generaría la independencia? Hagan números, y después pídanle a la gente que sacrifique su hacienda, su trabajo, su bienestar, el futuro de sus hijos, en el altar de un delirio secesionista.
Si Cataluña se independiza, ¿con qué dinero van a pagar las pensiones? ¿Con que dinero van a pagar el desempleo de los catalanes? ¿En qué mercados van a vender sus productos y con qué aranceles? ¿Cómo van a pagar su deuda? . Digan a la gente el verdadero coste de la independencia: un descalabro en términos de generación de riqueza y de PIB per cápita que les situaría por debajo de cualquier territorio o comunidad de España.
Digan la verdad a la gente antes de jugar con el futuro de los catalanes. Con su hoja de ruta llevarán a los catalanes a la bancarrota y provocarán el derrumbe del estado de bienestar. Ni Montenegro ni Islandia: Chipre, Grecia o Padania. Sigan Uds. así, que las agencias de calificación ya han tomado buena nota y han bajado su bono al nivel de bono basura…
Y hagan Uds. cuentas también en el ámbito de la democracia y de la política, porque la Constitución española se reafirmó como Constitución catalana con el respaldo del 90,3% de los catalanes. Algo muy difícilmente superable, en términos de legitimidad democrática, se pongan Uds. como se pongan y saquen a la calle al número de personas que quieran sacar a la calle.
Muchas gracias”

jueves, 17 de octubre de 2013

Historia:Cataluña y la historia siempre repetitiva. Parte I


La sublevación de los Condados, de lo que hoy conocemos como Cataluña,  ocurre en el reinado de Juan II  Rey de Aragón y Conde de Barcelona
Al acceder Juan II al Trono de Aragón en el 1458, el enfrentamiento familiar se convirtió inesperadamente, al menos para Carlos Príncipe de Viana, (hijo de Juan II de Aragon y Dª Blanca de Navarra), que nunca debió entender realmente la situación, es el antecedente inmediato de la denominada “ revolución catalana “  que se gesta en el año de 1460, cuando Carlos de Viana es obligado a volver de Sicilia y, nombrado lugarteniente general de Cataluña, es encarcelado por su progenitor en Lérida.
En el reino de Navarra la ruptura y el enfrentamiento de padre e hijo se produjo en el 1450, aunque llevaba consigo raíces más profundas al convertir la pugna entre habitantes de la Montaña y del Llano, beamonteses y agramonteses, en verdadera lucha política y guerra civil, en la que los beamonteses apoyaban a Carlos y los agramonteses a Juan II. Esta guerra civil navarra acabó, tras diversas alternativas, cuando en el 1455 Juan II desheredó a Carlos de Viana y proclamó Reina de Navarra a su segunda hija, Leonor, desposada con el Conde Gastón de Foix. Carlos de Viana tuvo que buscar refugio en la Corte Napolitana de su tío Alfonso el Magnánimo y de ahí pasar a la Isla de Sicilia.
En los condados catalanes la situación de enfrentamiento al Rey Juan II de Aragón respondía a factores más profundos que se arrastraban, al menos, desde finales de la centuria anterior.
Los factores principales fueron:  la crisis institucional y económica de  los Condados catalanes, especialmente el de Barcelona, el descontento de los payeses de remensa y la política filocampesina que había practicado la Monarquía, la crisis municipal de Barcelona y el enfrentamiento entre la concepción más tendente al poder del gobierno y la práctica pactista tradicional de la Generalitat y el patriciado, que procuraban limitar los posibles abusos de poder de la autoridad real no sin también más de uno aprovecharse de este pactismo foral
Antes de comenzar la revuelta catalana contra su Rey por parte de la nobleza y burguesía catalana, cada parte fue reagrupando sus aliados. Juan II se apoyó en los “buscaires y remensas” que, a comienzos del 1462, se sublevaron en las comarcas gerundenses También obtuvo la alianza de Luis XI de Francia, a quien, a cambio de la ayuda militar, cedía en hipoteca los Condados del Rosellón y la Cerdaña.
Los pactistas de Barcelona y la mayor parte de la nobleza y el clero se agruparon en el Consell del Principat, creado en las Cortes de Lérida del 1460 como representación estamental reducida de la Generalitat y tras eliminar a los “buscaires” del gobierno de la ciudad, organizó una armada para reprimir el levantamiento “remensa” en la comarca gerundense.
La situación se fue agravando y el conflicto se internacionalizó con la entrada de Juan II en Cataluña junto a los franceses. Al poner aquél sitio a la antigua Barcino, los rebeldes respondieron destituyendo al Rey. Cualquier intento de mediación, como el realizado por el Consell Valencià, resultó inútil.
En los años siguientes, la Generalitat catalana fue ofreciendo el poder del Principado Catalán a diversos candidatos:
Primero, a Enrique IV de Castilla y León, quien aceptó la oferta y obtuvo, al mismo tiempo, el apoyo de los beamonteses navarros. Las luchas nobiliarias castellanas condicionaron a Enrique IV a aceptar la paz, propuesta por Luis XI, como árbitro, en la Sentencia de Bayona, y renunciar a los condados-
Los sublevados catalanes acudieron entonces al Condestable Pedro de Portugal, que gobernó como Príncipe entre el 1464 y el 1466.
Los éxitos militares y los avances políticos de los realistas, a los que se añadían muchos desertores del bando sublevado, eran manifiestos y acometían actuaciones como: organización de una Diputación del General Realista en Tarragona y ocupación de Tortosa ( 1466 ).
Todavía, la Generalitat y el Consell del Principat se negaron a aceptar la paz y eligieron como Príncipe a Renato de Anjou, Duque de la Provenza, representante del linaje que más había combatido al Reino Aragonés en el Mediterráneo, quien consiguió mantenerse varios años, gracias al apoyo militar francés, en medio de fracasos y dificultades crecientes….
Pero la guerra ya se hallaba perdida, con una circunstancia nueva de grandes consecuencias. Juan II había casado a su hijo Fernando II el Católico con la princesa castellano-leonesa Isabel en el año 1469.
En el 1472, Juan II acababa tomando Barcelona y, aunque no logró recuperar el Rosellón, ponía fin a la guerra.
En Octubre de ese año  1472 se firmó la Capitulación de Pedralbes, en la que se anulaban todas las conquistas de los altos estamentos contenidas en la Capitulación de Villafranca del Panadés.
En lo demás, Juan II fue generoso, ta que concedió el perdón general, para evitar las divisiones entre vencedores y vencidos, liberación de prisioneros, sobreseimiento de causas judiciales, devolución de bienes confiscados durante la contienda y continuación del sistema pactista anterior a la revuelta.
El sistema foral no se veía alterado sustancialmente, pero Cataluña salía de la pelea desgastada y hundida. La crisis económica y las pérdidas materiales y demográficas no podían llegar más bajo, el conflicto entre señores y campesinos “remensas” se mantenía sin encontrar solución satisfactoria y los Condados del Rosellón y la Cerdaña continuaban retenidos por Luis XI de Francia.
En el 1479 fallecía Juan II dejando la Corona Aragonesa a su hijo, Fernando II de Aragón, quien desde hacía cinco años, era también rey consorte de León y Castilla.
La revuelta catalana, también conocida como guerra civil duró una década del año 1462 al 1472.

jueves, 19 de septiembre de 2013

HISTORIA: ZARAGOZA (9)

SARAQUSTA
En el año 714 la ciudad es ocupada por el ejército musulmán al mando de Tariq y su lugarteniente, Muza, pasando a formar parte del Califato omeya de Damasco y del Emirato Dependiente con capital en Córdoba. Desde ese año Saraqusta fue un puesto avanzado en la lucha contra los cristianos del norte,
La actual Zaragoza era una ciudad que ya era vieja cuando los musulmanes llegaron a la Marca Superior (frontera entre el Islam y la cristiandad en España.)
Una ciudad que ya había registrado cuatro nombres en sus anales, Salduie, nombre originario de los primeros pobladores iberos y celtíberos del Valle del Ebro, allá por el año 600 a.C.; Caesaraugusta, con la fundación y posterior ocupación romana, entre los años 15 a 13 a.C.; Cesaracosta, tras la desintegración del Imperio Romano de Occidente y la dominación visigoda, en torno al año 472; y finalmente tras la sumisión pacifica al nuevo y predominante poder musulmán en al año 714 paso a denominarse Saraqusta,
El período musulmán es posiblemente, uno de los momentos más florecientes de la historia de la ciudad. Tras la disolución del Califato de Córdoba se iniciaran en España los denominados reinos de taifas.
En el año 1013 Mundir, el gobernador tuyibíe de Tudela, recibe el gobierno de Zaragoza ganándose el apoyo de los amiríes (seguidores  y parientes de Almanzor), proclamando la independencia de Zaragoza en el 1018.
Saraqusta se convertía así en un foco de atracción intelectual, donde acudirán ilustres pensadores de la época que habían servido a las ordenes de Almanzor. Como Ibn Darrāy, secretario y poeta del dictador, o el intelectual Sa’id.
Pero poco duro la dinastía de Mundir I, ya que veinte años más tarde tras la enésima sublevación popular, se produjo un vacío de poder. Aprovechado por el gobernador de Lérida, Sulaymān ibn Hūd con el sobrenombre de Musta’īn billāh, para instaurar la última dinastía saraquistí: la de los Banū Hūd.
A su muerte en el año 1046, dividió su reino entre sus cinco hijos. El menor Ahmad, desde Zaragoza, pronto disputó con hermanos sus herencias. Y no dudó en hacerse con Calatayud, Tudela y Huesca, a veces incluso con tácticas poco decorosas. Tan sólo su hermano Yusuf supo resistir en Lérida. Además incorporó los territorios de Tortosa y Denia para la taifa, ofreciéndole una salida al mar. Derrotó a los cristianos en Graus (1063) y recuperó Barbastro (1065). Desde entonces gobernaría bajo el sobrenombre de Al-Muqtadir billāh, “el victorioso por Dios”.
Aquí acabarán sus glorias militares, por lo que para mantener su independencia se verá obligado a pagar parias  (tributos) a los reinos cristianos de Pamplona, Castilla y Aragón.

Fuente:  www.Historiarte.com y wikipedia

sábado, 7 de septiembre de 2013

HISTORIA: ZARAGOZA (8)



Medina Albaida
Una vez conquistada por los musulmanes la ciudad de Cesaracosta,  transformada con el tiempo en Saracusta, sólo unos pocos nobles visigodos y clérigos huyeron de la ciudad hacia las montañas del norte. Los demás se quedaron, pues los musulmanes no eran enemigos exterminadores, y seguramente pensaron que se viviría peor huyendo que aceptando su autoridad.
Los musulmanes en su mayor parte procedían del sur de Arabia (yemeníes), otros provenían del norte (qaysíes), algunos vinieron más tarde de Siria, y otros, los bereberes, habían sido convertidos y arrastrados por la incontenible expansión del Islam desde el norte de África.
Hablaban árabe, una lengua extraña, y escribían con un alfabeto todavía más extraño, pero en tres años algunos de ellos ya se hacían entender.
Estos nuevos señores no obligaron a nadie convertirse al Islam. Los que continuaron fieles a su fe fueron agrupados en dos barrios; los judíos en el ángulo suroriental de la ciudad, en el llamado Castillo de los judíos (Coso Bajo, zona de San Carlos en la actualidad).y los cristianos o mozárabes en torno a la iglesia de Santa María junto al tramo central de la muralla que da al río (El Pilar).
Éstos los no musulmanes, tenían que pagar unos impuestos que ponían a prueba su fe, de tal manera que muchos hispano-godos se convirtieron a la religión islámica por interés. Estos nuevos musulmanes fueron llamados muladíes, cambiaron sus nombres y sus costumbres para poder seguir viviendo como lo habían hecho hasta ese momento.
Por lo demás la ciudad romana con sus siete siglos de existencia impuso su plan urbanístico ortogonal al concepto musulmán, que no parte de la idea de un todo planificado, sino de la suma de espacios particulares que modelan caprichosamente la medina. (Parte de la ciudad protegida y defendida por murallas)
De esta forma surgió la Medina Albaida (la ciudad blanca) de Saraqusta que
se construyo por encima de los restos arruinados de la Caesaraugusta romana y visigoda.
Esto explica la visión un tanto fantástica que de ella da el geógrafo al-Zuhri:
"Su muralla es de piedra blanca, de bloques escuadrados y machihembrados. Por su parte exterior se eleva a cuarenta codos, más o menos, pero por el interior se halla al mismo nivel de las calles y vías, sobresaliendo como mucho cinco codos. Todas sus casas destacan por encima de sus mural/as."
El geógrafo árabe Mahamed-al-Edrisi en su obra la descripción de  Zaracusta también llamada Almedina Albaida (la ciudad blanca), porque la mayor parte de sus casas están revestidas de yeso o cal. Una de sus particularidades más notables es que allí nunca se ven serpientes. Cuando un reptil de esta clase se le transporta de y se le introduce en la ciudad, muere
También algunos autores lo extienden a otros animales venenosos (escorpiones)
Este efecto talismán se atribuye a una variedad de sal gema contenida en algunos palacios.

Fuentes: CAI, Ayuntamiento de Zaragoza, Joaquín Lostal, Arturo Ansón y José Ramón Marcuello. Wikipedia

sábado, 31 de agosto de 2013

TRADICIÓN: SANTO DOMINGUITO DE VAL



SANTO DOMINGUITO DE VAL
El 31 de Agosto de 1250 sufrió martirio, en Zaragoza, Santo Dominguito de Val
¿Quién fue Santo Dominguito de Val?
Fue un niño zaragozano que -según reza la tradición, celosamente guardada por la Iglesia de esta diócesis a lo largo de los siglos- sufrió el martirio a manos de algunos judíos de la aljama de la ciudad el 31-VIII-1250, reinando Jaime I  y rigiendo la sede cesaraugustana el obispo don Arnaldo de Peralta, en el pontificado de Inocencio IV.
Dominguito, de siete años de edad, hijo del notario Sancho de Val y de su mujer Isabel era infante de coro del templo de Salvador (La Seo) de Zaragoza, y fue atraído engañosamente por un judío llamado Albayuceto, quien lo entregó a otros correligionarios para renovar en él la pasión de Cristo.
Crucificado en una pared con tres clavos y abierto su costado, ocultaron su cuerpo en la ribera del Ebro tras seccionarle la cabeza y los pies hasta que unos barqueros que vigilaban sus embarcaciones en el río dieron aviso a las autoridades eclesiásticas y civiles de las extrañas luces que (luego se comprobó) manifestaban el lugar exacto del enterramiento del infante.
Descubiertos sus restos mortales, fueron llevados a San Gil, parroquia del mártir, y después trasladados con toda solemnidad al templo catedralicio, donde fueron depositadas y veneradas sus reliquias durante siglos por todas las generaciones de piadosos zaragozanos, y muy especialmente por los infantes de la escolanía de la ciudad (infanticos del Pilar), que le tienen por protector y patrono.
Los hechos históricos fueron mas o menos como siguen, según nos narra el autor José Ramón Marcuello.
La animadversión de los cristianos hacia los judíos proviene, en muy buena medida, de los recelos y envidias que suscitaba entre la población eí poder económico de la mayoría de las comunidades judaicas, muchos de cu­yos miembros se dedicaban a los negocios del préstamo y la banca.
De las dieciséis aljamas o juderías de Aragón, la de Zaragoza era, con mucho, la más poderosa e influyente. Los monarcas solían acudir a los judíos zarago­zanos para financiar sus empresas más costosas. Así consta, por ejemplo, que
Jaime I concedió protección amplia a veces a sus judíos y así, en Í247. les eximió de abonar lezdas, peajes y portazgos por las caballerías en que viajaban y en todos los lugares de su reino; otras veces, eran exenciones temporales, como durante un trienio en 1269, de todo impuesto a cambie de un donativo de veinte mil sueldos que el rey precisaba para montar su famosa expedición a Tierra Santa
Ello no impedía, sin embargo, que los monarcas, presionados por les pontífices de Roma, cercenaran, con tanta frecuencia como dureza, la libertad religiosa de los judíos, como sucedió, por ejemplo, en 1235, en que e propio Jaime I prohibió las traducciones hebraicas de la Biblia a la vez que desataba una auténtica caza de herejes.
Y es, sin duda, en este marco de animadversión social y de tensiones religiosas en el que hay que situar el martirio de Santo Dominguito de Val. suceso totalmente real acaecido en Zaragoza en el año 1250. Todos los tes­timonios históricos coinciden en la veracidad del secuestro y posterior ases -nato de Dominguito, un infantico del Pilar hijo del notario zaragozano San­cho de Val y de Isabel Sancho, perpetrado por un miembro de la aljama judia llamado Moseh Albayaceto. El suceso tuvo lugar cerca de la sinagoga, ubicada donde hoy se levanta el Seminario de San Carlos -y que, por elle, e nombre del joven infantico figura en una calle adyacente- y estuvo motivado: por la siguiente cuestión:
Dice la tradición, según reza en la memoria del archivo de la Seo. que la aljama de los judíos, sometida a tributaciones especiales, se reunió para decidir que quedaría libre de cualquier tipo de cargas económicas quien entregase un niño cristiano, con cuyo cuerpo se repetirían y renovarían los eo-sodios de la Pasión de Cristo, terminando por su Crucifixión. Un judio ,llamado Moseh Albayaceto raptó al niño, que entregó, atado con cuerdas, a la aljama de los judíos.
Fue crucificado contra una pared con tres clavos, jh en cada mano y el tercero sobre ambos pies, hiriéndolo de una lanzada en un costado y muriendo el niño entonando cánticos.
Muerto Dominguito, le cortaron la cabeza y las manos y las arrojaron a un pozo, enterrando secre­tamente el cuerpo en otro lugar.
Hasta aquí, el relato de un truculento suceso con todas las apariencias de haber acontencido realmente. Pero lo que aquí más interesa son los elementos prodigiosos que, según la tradición -que se fundamenta, sin duda, en los relatos posteriores de autores como J. F. Andrés, Dormer, Blancas, etc.-, envuelven la figura, muerte y descubrimiento del cuerpo del infantico martirizado.
En la copiosa documentación acerca del suceso que se conserva en los arhivos de la Seo, se subraya el carácter premonitorio o de predestinación del hijo del notario Sancho de Val ya que, cuando nació, apareció sobre su cabeza una pequeña corona y una cruz grabada en el lado derecho de su espalda.
Pero lo más prodigioso de todo fue, sin duda, la forma en que su cuerpo decapitado fue hallado a orillas del Ebro. Cuenta la tradición que unos pescadores de las Tenerías -el barrio zaragozano en el que residía la mayoría de los navegantes fluviales y los pescadores, además de los curtidores, de los que tomó su nombre- vieron un día sobre el Ebro una luz brillantísima.
La luz les señalaba un pasadizo que unía el barrio con el atracadero o puerto fluvial que había en la ribera derecha del río.
Siguiendo la dirección de la prodigiosa luz, el vigilante del puerto halló en la ribera el cuerpo martirizado de Santo Dominguito, cuyos restos fueron trasladados, para su pública veneración, primero, a San Gil y, a partir del año 1600, a la catedral del Salvador o la Seo, donde se erigió una capilla al pequeño mártir.
La tradición señala un último prodigio obrado por el santo infantico -que, desde entonces, es patrón de los niños cantores del Pilar-. Pocos días después del hallazgo de su cuerpo a orillas del Ebro -la cabeza y las manos aparecieron en un pozo de la ciudad-, Santo Dominguito fue visto arrodillado en el templo y, sacado en procesión por la ciudad, obró -según diversos testimonios muy posteriores a su martirio- numerosos prodigios.

Fuentes: GEA y José Ramón Marcuello

sábado, 17 de agosto de 2013

HISTORIA: ZARAGOZA (7)



Zaragoza Musulmana
En el año 714 la ciudad de Cesaracosta es ocupada por el ejército musulmán al mando de Tariq y su lugarteniente, Muza, pasando a formar parte del Califato omeya de Damasco y del Emirato Dependiente con capital en Córdoba.
La ciudad se entregó prácticamente sin lucha, esto fue debido al desanimo de sus ciudadanos, las continuas luchas internas, el resentimiento de la comunidad judía, muy discriminada por las leyes visigodas
Solo unos pocos nobles visigodos y clérigos huyeron de la ciudad hacia las montañas del Norte
La ciudad paso a llamarse SARAQUSTA
Desde ese año Saraqusta fue un puesto avanzado en la lucha contra los cristianos del norte, que se refugiaron en los valles pirenaicos de Ansó, Hecho, Sobrarbe y Ribagorza.
Hacia el 720 todo el valle del Ebro y las ciudades más importantes de la ulterior región de Aragón estaban dominadas por el Islam.
Con la derrota ante los francos en Poitiers en 732, la frontera norte se estabilizó, y Saraqusta se constituyó en provincia fronteriza. bajo la denominación de Marca Superior
El conjunto de territorios no ocupados por el Islam constituía la Marca Hispánica.
Zaraqusta administraba un territorio que comprendía ciudades, actuales, tales como Huesca, Tudela, Calatayud o Barbastro, al frente del cual estaba el sahib de Saraqusta, que ejercía el gobierno en nombre del emir andalusí dependiente del califa de Damasco.
Su lejanía a la capital emiral y su función de baluarte defensivo confirió a Saraqusta cierta autonomía política, a menudo reconocida por el poder central cordobés, pues en lo militar favorecía tomar decisiones rápidas y ejecutar eficazmente iniciativas bélicas.

lunes, 12 de agosto de 2013

HISTORIA: ZARAGOZA (6)

Zaragoza visigótica 
CESARACOSTA (472 - 714)


A lo largo del siglo V, Caesaraugusta, al igual que todo Occidente romano, se ve inmersa en un proceso de desintegración del poder imperial.
Hacia el 409 suevos, alanos y vándalos llegaban a la Península. Zaragoza seguía manteniéndose como ciudad romana a principios del siglo V y, gracias a las imponentes murallas, pudo defenderse de cuantos la atacaron, protegida por soldados veteranos y collegia iuvenum.
Cuando en el 411 Flavio Honorio consiguió derrotar la sublevación Constantino III, en Hispania tan sólo consiguió mantener el control de la Tarraconense, que incluía el convento Caesaraugustano, el resto se perdió en manos de los bárbaros germanos.
Entre el 441 y el 454 el valle del Ebro se vio azotado por los bagaudas, de los que Zaragoza se libró gracias de nuevo a las murallas y a la intervención del ejército visigodo, todavía bajo obediencia romana.
Finalmente, en el 472 el ejército visigodo al mando del conde Gauteric toma la ciudad en nombre del rey Eurico, pasando a formar parte del reino visigodo de Tolosa.
 La ciudad mantuvo en gran parte sus costumbres romanas y en el 504 todavía se celebraban juegos circenses.
En el 541 el ejército franco de Childeberto I y Clotario, después de haber expulsado a los visigodos de Galia, se dirigieron hacia el sur y asediaron Zaragoza. El asedio duró dos meses, ya que como no conseguían rendirla con las armas, lo intentaron por hambre. La leyenda quiere que los ciudadanos, para proteger la ciudad, paseaban por las murallas la milagrosa túnica de San Vicente Mártir.
Los francos, ya convertidos al catolicismo, habrían aceptado levantar el asedio a cambio de la estola de San Vicente, que Childeberto llevaría de vuelta a París para depositarla en una iglesia relicario construida con ese propósito, que con el tiempo se convertiría en la abadía de Saint-Germain-des-Prés.
Las consecuencias del asedio fueron hambre y enfermedades, que se extendieron por la ciudad, en parte por la destrucción de los cultivos de los alrededores.
Hacia finales del siglo VI, Leovigildo convenció a Vicente II (572-586), obispo de Zaragoza, para que se convirtiera al arrianismo. El escándalo fue mayúsculo y se mantuvo hasta la conversión oficial de los visigodos al catolicismo en el concilio de Toledo de 589.
En el siglo VII, la ciudad tuvo un relativo florecimiento cultural gracias a una serie de grandes obispos, Juan II, Braulio, Tajón y Valderedo vinculados al monasterio de Santa Engracia, que poseía una importante biblioteca.
Así Zaragoza se convierte en uno de los centros culturales de Hispania, junto con la Sevilla de San Isidoro y la Toledo de San Eugenio. Braulio, obispo de Zaragoza, también escribió el Liber Iudiciorum, que eliminaba la diferencia jurídica entre hispanorromanos y visigodos y que fue promulgada por Recesvinto, y mandó a Isidoro de Sevilla escribir sus Etymologiae u Originum sive etymologiarum libri viginti.
La ciudad fue de nuevo protagonista en la disputa por el trono entre Suintila y Sisenando. Suintila se refugió en Zaragoza contra las tropas de Sisenando, que, ayudados por un ejército mercenario franco, sitiaron la ciudad.
No consiguieron tomarla por las armas, pero deserciones y traiciones llevaron a Suintila a rendirse, con lo que Sisenando se proclamó rey en la ciudad.
Fotos: Muralla Romana y San Braulio
Fuentes Wikipedia
Lostal Pros, Joaquín y Arturo Ansón Navarro (2001). Historia de cuatro ciudades: Salduie, Caesaraugusta, Saraqusta, Zaragoza. Zaragoza: Ayuntamiento, Servicio de Cultura: Caja Inmaculada. ISBN 84-8069-225-1.

viernes, 9 de agosto de 2013

HISTORIA: ZARAGOZA (5)



Relato D. Pablo Claramunt
El Benjamin de Augusto
Recursos con que se constituyo César-Augusta. -Adoptación del idioma latino.- Muerte de César Augusto y sus consecuencias.
Así titula el célebre escritor Murillo en sus Excelencias de Zaragoza á César Augusta, fundándose en el cariño que su noble protector le demostrara, en que Roma le tendiese la mano con el cariño de hermana y en la magnificencia y el poderío que César Augusto le concediera; y tanta predilección dispensada por el emperador romano, consignada está en cuantas historias, crónicas y discursos se han impreso, escrito ó pronunciado haciendo historia de la muy heroica, muy benéfica é inmortal Zaragoza.
Y por si esto no fuera bastante á demostrar lo que sentado queda, hay un célebre edicto publicado por todo el imperio romano, por el que se obliga á sus habitantes al pago del denario (cierta contribución establecida en los tiempos romanos), para con él atender á reedificación de César Augusta, y no falta escritor que asegura que hasta los padre de Nuestro Señor Jesucristo, al pagar su impuesto en Belén, contribuyeron á la edificación de la reina del Ebro.
Derechos, pues más que sobrados tiene Zaragoza para ser acreedora al respeto de las gentes, pero por si estos no bastaran, su remota antigüedad sería suficiente á exigirlos.
En tanto, César Augusto había conseguido con su política de templanza y sus bienhechoras obras, el que los diferentes pueblos que habitaban la España depositaran en él ilimitada confianza, hasta el punto de admitir que el idioma latino sustituyese á los diversos y desconocidos lenguajes que usaban; pues para los españoles ya no era César el jefe de una nación enemiga, ni el guerrero que por donde quiera que iba sembraba de cadáveres y ruina el suelo; sino el padre del pueblo, el hombre benéfico y dadivoso que á manos llenas vertía los tesoros, y lo que era más estimable que éstos, el bálsamo de la paz y felicidad.
Así, pues, pronto el pueblo ibero adoptó sus leyes, costumbres, usos y lenguaje sin dificultad ni aversión alguna.
Diferentes gobernadores romanos son nombrados para César Augusta, pero todos saben respetar y honrar á la dichosa ciudad, compuesta entonces de diferentes habitantes, clasificados en nobles romanos que por amor á su emperador se habían trasladado á Zaragoza, en los inválidos por las terribles guerras sostenidas y en unos cuantos adetanos y celtíberos que invitados por el emperador y atraídos por la novedad habían venido á formar parte de la población que hiciera levantar César.
Satisfechos y orgullosos mostrábanse los habitantes de la invicta Zaragoza por los honores y franquicias que á manos llenas les concedía el emperador, cuando recibieron la fatal noticia del fallecimiento de su bienhechor César Augusto, 15 años después del nacimiento de J.C.
Dolor profundo produjo tan sensible acontecimiento en el mundo entero; pero César Augusta, la ciudad, mejor dicho, la hija del emperador, cubriose de luto y los corazones de todos sus habitantes, anegados en llanto, cubrieron de lágrimas el suelo y hendían los aires con sus lastimeros quejidos.
Tiberio Nerón fue quien sucedió á César Augusto, el que cuidándose más de satisfacer sus vanos deseos y sus torpezas que de la felicidad y ventura de los pueblos, mandó á España gobernadores, que emulando á su emperador pronto se entregaron á cometer las mayores crueldades é infamias, y César Augusta no se libró de las rapiñas y atropellos de tan bárbaros mandatarios.
Tan reprensible conducta había de surtir sus efectos en un pueblo tan fiero é indomable como el español, y pronto la insurrección fue general; insurrección que produjo el relevo de algunos prefectos ó gobernadores, pero no el de César Augusta; éste fue asesinado en Castilla la Vieja, y sabedor de ello Tiberio, envió sobre los españoles todos los males que su encarnizado odio le hicieran concebir hacia este país; y desde aquel momento, en España volvió á aparecer la esclavitud con todos sus denigrantes horrores.
Sucedía esto á los 19 años del reinado de Tiberio Nerón y cuando en Judea era crucificado Jesús, el Redentor del mundo; Aquel que fue vendido y clavado en una Cruz, porque brotando la verdad de sus labios con palabras extrañas, pero consoladoras, hacía postrar á sus plantas á cuantos le escuchaban, creando así un nuevo ejército que sin más armas que sus palabras persuasivas y la predicación del Evangelio, pronto había de cambiar la faz del mundo y había de redimirlo de sus enormes errores.
Así transcurrieron 15 años más después de J.C., en cuya fecha murió Tiberio Nerón, aborrecido de todos y denigrado por su conducta cruel y feroz; dejando como heredero del trono á otro más malvado y más tirano que él; á Cayo Calígula, quien lo mismo que su antecesor, dejó á España desamparada, confiando su mando á la voluntad de sus favoritos, tan déspotas, tiranos y crueles como él.
Y César Augusta, con resignación heroica, sufría las consecuencias de la desatentada conducta de su pretor, sin más ley ni más régimen que los atropellos y exigencias caprichosas de la desmedida ambición de funesto hombre que la gobernara.
Pero esperaba el día de su redención y en ello confiaba bien fundadamente.