jueves, 13 de octubre de 2011

JAIME II Y EL MEDITERRANEO


Jaime I puso las bases para una expansión hacia el Mediterráneo con la conquista de los reinos de Mallorca y Valencia.
Tras su muerte, los territorios de la Corona son divididos entre sus dos hijos Pedro III en Aragón, Barcelona y Valencia y el rey Jaime en Mallorca y las posesiones ultra-pirenaicas del Rosellón, Cerdaña y Montpellier.
Pedro III se enfrentará con su hermano hasta que consiga su vasallaje, pero los enfrentamientos más importantes son por la isla de Sicilia.
Tal y como narrábamos anteriormente se produjeron diversos hechos , excomunión del Rey de Aragón, el Papa otorga el reino a Carlos de Anjou, etc., todos los hechos acaecidos hicieron que la diplomacia aragonesa trabajó con intensidad en el frente castellano y en el italiano.
Centrándonos en el Mediterráneo, los diplomáticos llegaron a la firma del Tratado de Anagni (1295) con el papa Bonifacio VIII y Carlos de Anjou, rey de Nápoles. Éste renunciaba a sus pretendidos derechos a la Corona de Aragón, mientras Jaime II lo hacía respecto de Sicilia, mientras recibía la enfeudación de Córcega y Cerdeña y se pactaba el matrimonio con Blanca de Anjou, hija de Carlos II.
Parecía que todo estaba solucionado pero, los sicilianos no aceptaron la decisión de Anagni y se apiñaron en torno a Fadrique, hermano de Jaime II, quien, muy a pesar suyo, tuvo que combatirle.
La resistencia de Fadrique fue tenaz, y obligó al papa y a los Anjou a renunciar momentáneamente a sus derechos sobre Sicilia, con la firma de la paz de Caltabellota (1302), si bien se estipulaba que, tras la muerte de Fadrique, Sicilia pasaría a Carlos II de Nápoles.
Por otra parte, la ayuda militar prestada a Castilla tras el pacto de Torrellas, que llevó a los ejércitos aragoneses a Ceuta, Gibraltar y Almería, obligó a Jaime II a demorar la anexión de Córcega y Cerdeña, adjudicadas al monarca aragonés en Anagni (1295).
La expedición y posesión, de estas islas, tuvo lugar entre 1323 y 1325, a pesar de la ayuda que corsos y sardos obtuvieron de pisanos y genoveses, de modo que ambas islas quedaron incorporadas a la Corona de Aragón.
En la luchas habidas tuvieron una gran transcendencia los almogávares, ejercito mercenario de Aragón, pero tras la firma de la paz entre Jaime II y la casa de Anjou habían quedado sin misión concreta. Esta situación constituía un auténtico peligro
Por ello, la solicitud de su ayuda por parte de Andrónico de Constantinopla supuso un gran respiro
En todos estos hechos tuvo gran importancia el Almirante Roger de Flor al mando de los almogávares, vamos a detenernos en este ejército aragonés
Los almogávares
Almogávar significa en árabe 'el que hace algaradas o correrías' del vocablo 'al-mugawar'.
Los almogávares eran soldados mercenarios, En la primera mitad del siglo XIV, recorrieron el mar Mediterráneo ayudando a diversas campañas aragonesas impulsadas por el expansionismo comercial barcelonés.
En el año 1302 embarcaron hacia Bizancio (la antigua Constantinopla, actual Estambul).
El emperador bizantino les había contratado para luchar contra los turcos. Al frente iba Roger de Flor (1267-1305), aventurero de origen alemán, con el que obtuvieron grandes victorias contra los turcos en Asia Menor.
Sin embargo, tras el asesinato de Roger de Flor en 1305 se dedicaron, como forma de venganza, a la devastación y al saqueo.
Posteriormente se pusieron al servicio del duque de Atenas, pero en 1311 ocuparon dicho ducado. Su entrada en la capital ateniense al grito de "Aragón, Aragón" es el punto culmen de la dominación aragonesa del Mare Nostrum. En 1319 crearon el señorío de Neopatria.

De esta manera en el Mediterraneo tienen importancia dos hechos: la expedición de los almogávares a Oriente y la incorporación de Córcega y Cerdeña al Reino de Aragón.
La política mediterránea de Jaime II todavía cuenta con otros aspectos interesantes, como es, la penetración en el norte de África y el acercamiento a Chipre, entre otros.
El problema siciliano le hizo a Jaime interesarse por las costas norteafricanas, donde se asentaban cuatro reinos: Túnez, Bugía, Tremecén y el actual Marruecos. En virtud del tratado signado entre Jaime II y Sancho IV de Castilla (Monteagudo, 1291), al aragonés se le adjudicaba la posible expansión por los tres primeros, mientras que Marruecos caía bajo la órbita de Castilla. La actividad comercial con los tres reinos será intensa desde entonces.
La reconquista de Rodas (1310) por el gran maestre de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén movió a Jaime II a poner los ojos en el reino de Chipre, optando a la mano de María de Lusignan, hermana y posible heredera del rey chipriota Enrique II, quien, al menos honoríficamente, era soberano de Jerusalén.
Las miras del aragonés estaban realmente puestas en Tierra Santa, precisamente en el instante en que Enrique II de Chipre gestionaba ante el papa Clemente V la organización de una nueva cruzada.
La boda entre Jaime II y María de Lusignan se celebró en 1315, pero la falta de hijos del matrimonio tiró por tierra todos los planes del monarca aragonés.
Otro hecho importante fue la creación del Llibre del Consolat de Mar, un código de costumbres marítimas.
Además, se fundan diversas compañías marítimas, como la Magnas Societas Cathalanorum, gracias a la cual en 1380 se conquistarían territorios como los ducados de Atenas y Neopatria, quedando bajo la soberanía de Pedro el Ceremonioso.
De esta manera, la enseña de las cuatro barras de Aragón ondeó durante casi un siglo en la Acrópolis de Atenas.
Utebo 13 de Octubre de 2011

domingo, 2 de octubre de 2011

Jaime II y el Reino de Aragón


Desde el punto de vista de la historia interna del reino de Aragón, el gobierno de Jaime II supone la salida del bache socio-económico que había prevalecido durante parte del reinado de Jaime I y los de Pedro III y Alfonso III.
Los problemas que sus dos inmediatos antecesores habían tenido con los nobles aragoneses que integraron la Unión Aragonesa desaparecieron.
La solución al problema, que representaba la Unión, fue el intento de invasión francesa del reino, como consecuencia del problema siciliano, Esta situación hizo que todos los nobles se apiñaran con su rey, con quien colaboraron desde las primeras Cortes de Zaragoza, celebradas en 1291, y en las que Jaime II fue coronado tras jurar los Fueros
En 1301 la Unión volvió a rebelarse, pero, esta revuelta, tuvo escaso eco, sin resultados prácticos y fácilmente sofocada.
La administración aragonesa es reestructurada, acomodándose a los nuevos tiempos y necesidades, y se zanja el problema fronterizo entre los Condados (Actual Cataluña) y Aragón (1300) mediante sentencia por la que Sobrarbe, Ribagorza y la Litera son declaradas incuestionablemente aragonesas, acabando así con el problema originado por las divisiones territoriales de Jaime I.
La mayor parte de la sociedad aragonesa participa en la política de Jaime II. La nobleza renuncia a las anteriores reivindicaciones unionistas,  por ello se ve favorecida por la entrega de honores diversos.
Los aragoneses, en general, colaboran activamente en las campañas murciana y sarda con crecidas aportaciones de tropas y dinero.
Las disposiciones anti-judaicas de los reinados anteriores, e incluso de los primeros momentos de Jaime II, no sólo desaparecen sino que se truecan en una política de protección
Después de medio siglo, se vuelve a acuñar moneda en Sariñena. La economía se rehace y se produce una reactivación, que se observa en obras tales como las reformas de La Seo de Zaragoza, el Palacio Real de Ejea de los Caballeros
En el ámbito religioso, la sede zaragozana se desgaja de la tarraconense, convirtiéndose en metropolitana  (1318), quizás en pago a la ayuda recibida por las Cortes y el Justicia frente a la Unión
Carácter especial tiene la supresión de los Templarios en todos los territorios de la Corona de Aragón. Los bienes de la Orden del Temple se repartieron, en su mayor parte fueron a parar a la Orden del Hospital.

Utebo a 2 de Octubre de 2011