Fernando I de Aragón nació en Medina del Campo, el 27 de
noviembre de 1380 y falleció en- Igualada, el día 2 de abril de 1416.
Fernando era hijo segundo de Juan I de Castilla y de Leonor de
Aragón, hermana del rey aragonés Martín el Humano, y nieto, por tanto, del rey
Pedro IV el Ceremonioso por vía materna, y del rey Enrique II de Castilla, por
la rama paterna.
En 1410, al morir su tío el rey Martín I de Aragón sin
descendencia directa y legítima, Fernando presenta su candidatura a la sucesión
del trono aragonés y, aunque en un principio se presentan hasta seis candidatos
al trono y Fernando no es de los más favorecidos, la caída en desgracia de Luis
de Anjou, que no pudo responder a las peticiones de ayuda militar de sus
partidarios debido a la lejanía de Nápoles, impulsó la candidatura de Fernando,
que se convirtió en la más potente junto a la de Jaime de Urgel.
Fernando, que contaba con un gran poder económico, su red de
señoríos era enorme, junto a un sólido prestigio militar y el ejército
castellano a su disposición, contó con el apoyo de la familia valenciana de los
Centelles, de la familia aragonesa de los Urrea y de una parte sustancial de la
burguesía barcelonesa.
Esto, unido a los errores de Jaime de Urgel, entre ellos la
conspiración para asesinar al arzobispo de Zaragoza, García Fernández de
Heredia, y al apoyo tanto de Benedicto XIII, así como de su confesor, Vicente
Ferrer, inclinarán la balanza hacia la candidatura de Fernando, que será
refrendado, el 28 de junio de 1412, en el llamado Compromiso de Caspe al ser
proclamado rey de Aragón y de los demás estados de la Corona de Aragón.
De esta manera el Rey Fernando I también llamado Fernando de
Trastámara, Fernando de Antequera, Fernando el Justo y Fernando el Honesto, fue
infante de Castilla, rey de Aragón, de Valencia, de Mallorca, de Sicilia, de
Cerdeña y de Córcega; duque de Neopatria y de Atenas; conde de Barcelona, de
Rosellón y de Cerdaña; y regente de Castilla. Fue el primer monarca aragonés de
la dinastía castellana de los Trastámara,
Tras realizar el juramento completo como rey el 3 de
septiembre ante las Cortes de Aragón reunidas desde el el 25 de agosto de 1412
en Zaragoza, donde varios de sus antiguos rivales para ocupar el trono, como
Alfonso de Gandía, Fadrique de Luna y Juan de Prades, le rendirán pleitesía, se
dirigirá a Lérida, donde representantes de su gran rival, Jaime de Urgel, le
rinden vasallaje, a cambio del ducado de Montblanch y de la concertación de un
matrimonio entre sus hijos Enrique e Isabel.
El 19 de noviembre, Fernando convocaba las Cortes de los
condados catalanes con objeto de jurar sus usos y costumbres; el 15 de
diciembre fueron convocadas, pero no concluirían hasta el 31 de agosto de 1413,
debido a la necesidad de sofocar la revuelta de Jaime II de Urgel iniciada en
la primavera de este último año;
El inicio de las Cortes del Reino de Valencia se había
previsto para el 15 de abril de 1413, pero la sublevación de Jaime II y la
coronación en Zaragoza que se celebró en 1414 impidió su inicio.
Con la ayuda de todos los estamentos de la Corona sofoca la
revuelta y sitia al conde de Urgel en el castillo de Balaguer, que es tomado el
31 de octubre, tras lo cual el antiguo pretendiente al trono de Aragón fue
despojado de todos sus títulos y desterrado.
En 1413 propondría a las Cortes en Barcelona realizar la
primera compilación de las Constituciones.
Política interior
Fernando I de Aragón reinó poco tiempo; a pesar de ello, en
los aproximadamente tres años y nueve meses que duró su gobierno reorganizó la
Hacienda y saneó la economía y la administración de la Corona.
Trabajó en la seguridad ciudadana, intentó impedir las
persecuciones contra los judíos y procuró luchar contra la corrupción.
También emprendió una reforma de los gobiernos de los municipios
buscando una mayor participación de sus representantes.
En cuanto a las instituciones políticas, no introdujo cambios
estructurales en la organización de la Corona, sino que mantuvo el sistema
anterior, procurando que el rey participara como un elemento más integrado en
los organismos de gobierno establecidos, lo que contribuyó al fortalecimiento
del poder regio. Su gran logro en este ámbito fue restablecer el orden tras el
inestable periodo del Interregno previo al Compromiso de Caspe
Política exterior
Normalizó la situación interna de Sicilia con el nombramiento
en 1415 de su hijo Juan como virrey de Sicilia, logrando acabar con la guerra
civil que desde el fallecimiento de Martín el Joven enfrentaba a la viuda de
este, Blanca I de Navarra, con el hijo ilegítimo de aquel, Fadrique de Luna.
También orientó a su hijo Juan hacia el Nápoles, proponiendo su matrimonio con
la reina Juana, proclamada a la muerte de su hermano Ladislao I de Nápoles el 6
de agosto de 1414, pero el enlace no prosperó y Juan acabó casando con Blanca.
Al resto de los llamados por Don Juan Manuel «infantes de
Aragón», Enrique, Pedro y Sancho los situó como grandes maestres de las órdenes
militares de Santiago, Calatrava y Alcántara; por su parte, las infantas de
Aragón María y Leonor acabaron siendo reinas consortes de Castilla y de
Portugal respectivamente.
Además, como perteneciente al linaje de Trastámara, Fernando I
tenía grandes patrimonios en Castilla, donde era también regente, lo que le
permitió de facto gobernar en ambas Coronas, ya que no renunció a la regencia
castellana tras alcanzar el trono aragonés.
En la cuestión del Cisma de Occidente, se desvinculó muy
pronto de Benedicto XIII (el papa Luna o antipapa) e intentó que renunciase al
pontificado, para lo cual se reunió con él en Morella (1414) y en Perpiñán
(1415).
Tras la decisión tomada en el Concilio de Constanza, reunido
el 5 de noviembre de 1414, que destituyó a los tres papas, y la entrevista que
Fernando I tuvo con el emperador Segismundo, el rey de Aragón decidió
contribuir a poner fin al Cisma dejando de apoyar al papa Luna, lo que permitió
que la Corona de Aragón volviera a ocupar el centro de las decisiones en el
ámbito europeo y recuperara su posición al frente de la política en el
Mediterráneo.
Aseguró la continuidad de la monarquía, aspecto que tantos
problemas había causado con la muerte sin heredero de Martín I el Humano,
nombrando a su primogénito Alfonso heredero real.
El 14 de marzo de 1416 enfermó en Igualada, donde murió el 2
de abril del mismo año.
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