Guerra civil en el reino de Navarra
Blanca de
Navarra, hija del Rey de Navarra Carlos III “El Noble”, contrajo matrimonio con
el Martín I de Sicilia,
Al enviudar
Blanca de Navarra se caso en segundas nupcias con el Rey de Aragón Juan II,
esto le convierte en el Rey de Navarra, por matrimonio, cuando Blanca I fallece
en el año 1441.
Fruto de ese
matrimonio fue su hijo Carlos, que ostentaba el título de Príncipe de Viana.
Este título fue instituido por su abuelo Carlos III para su nieto Carlos, lo
cual le da posibilidad de heredar el trono de Navarra.
Juan II, que
siempre estaba ausente del reino de Navarra, debido a sus deberes en Castilla, de
esta manera su hijo el príncipe de Viana, aceptaba el cargo de lugarteniente,
ejerciendo de hecho las prerrogativas regias, como le pedía en el testamento su
madre.
En este
testamento Blanca confirmó que los derechos recaían sobre él, pero le pidió al
príncipe de Viana que en atención a la dignidad y el honor de su padre no
asumiese la realeza sin su consentimiento.
Para ello
hubiera hecho falta una sintonía entre padre e hijo que no existió.
En Navarra
existían dos facciones nobiliarias rivales, una, los agramonteses creada a
comienzos del siglo XII con Sancho VII el Fuerte y la otra, los beaumonteses
creada con Carlos III con su familia natural, que se alió con el linaje más
antiguo de los Luxa de la Baja Navarra. Esta rivalidad durante un largo
período, tejió una tupida trama de conflictos personales que llevarían a la
guerra abierta. En Navarra, de forma tradicional, no era habitual conceder a
los nobles señoríos territoriales y jurisdiccionales, o si se daban era en pago
a algún servicio y sin carácter hereditario, pero Carlos III lo modificó y dio
la posibilidad de obtener estos privilegios feudales dentro del reino.
La ausencia
habitual del padre Juan II de Aragón evitó roces y conflictos con Carlos de
Viana que se instaló en Olite, amigo de las Artes y de la Letras, de entorno
aristocrático y vida palaciega, como su abuelo Carlos III; sus más íntimos
colaboradores, los Beaumont, aumentaron su poder.
Por su parte
Juan II de Aragón seguía su política para conseguir un bloque compacto de la
nobleza castellana que se enfrentara al monarca castellano Juan II de Castilla
y a su hijo Enrique. Para ello se casó en segundas nupcias con Juana Enríquez
en 1444, logrando así la adhesión de su poderosa familia, almirantes de
Castilla. Fruto de este matrimonio es su hijo Fernando.
Por el
contrario, a Castilla le interesaba desestabilizar a Juan II de Aragón, y para
ello ahondo en las diferencias entre padre e hijo.
Cuando en
1451 los castellanos penetraron en Navarra ocupando Burandón y avanzando sobre
Estella, que fue defendida por Lópes de Baquedano, y finalmente acampando en
las proximidad de Puente la Reina, Carlos de Viana llegó a un acuerdo con ellos
para enfrentarse a su padre.
Los
beaumonteses tomaron partido por el príncipe de Viana y los agramonteses
tomaron partido por el rey Juan II de Aragón y estalló la guerra civil
En 1452
Carlos Príncipe de Viana, aunque ayudado por Juan II de Castilla, fue derrotado
y tomado preso. Con la concordia de Valladolid fue liberado tras prometer no
tomar título regio hasta la muerte de su padre, el príncipe, y fracasó otra vez
tras volver a intentar tomar las armas contra su padre, se refugió en Nápoles
con su tío carnal por vía paterna Alfonso V de Aragón. En 1458 Alfonso muere y
Juan es coronado como rey de de Aragón, mientras a Carlos se le ofrecen las
coronas de Nápoles y Sicilia.
Carlos rechaza
estas propuestas y tras reconciliarse con su padre vuelve a Navarra en 1459,
con 38 años de edad y comienzan las conversaciones para casarse con la hermanastra
de Enrique IV de Castilla, Isabel (la Católica), entonces de tan sólo 9 años de
edad. Sin embargo, la oposición de Juan II de Aragón, que pensaba en el
hermanastro de Carlos, Fernando (el católico), entonces de 7 años de edad, fue
tan violenta que ordenó desarmar y prender a su hijo Carlos en Lérida el 2 de
diciembre de 1460.
Fue llevado
después a Aitona y más tarde a la prisión de Morella. Esta imprudente medida
alborotó a todo el reino y catalanes y navarros se alzaron en su favor. Esta
insurrección pronto llegó a ser general y Juan II tuvo que ceder y poner en
libertad al príncipe el 25 de febrero de 1461.
El 23 de
septiembre de 1461, el príncipe de Viana muere a los 40 años de edad en el
Palacio Real de la ciudad de Barcelona, no sin la sospecha de haber sido
envenenado por su madrastra Juana Enríquez, madre de Fernando.
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