martes, 11 de diciembre de 2012

ALFONSO V REINADO



Otros hechos relevantes
El Rey Alfonso V fijo su atención en África  y en 1432,  dirige una expedición militar contra la isla de Yerba. Su interés se reanuda en 1434 con una nueva expedición a Trípoli, sin embargo las muertes de sus rivales napolitanos hace que su atención vuelva a centrarse en Italia.
Tuvo contactos diplomáticos con el imperio de Etiopía. En 1428, recibió una carta de Yeshaq I de Etiopía, entregada en mano por dos dignatarios, en la cual le proponía una alianza contra los musulmanes, sellada por un doble matrimonio, el del infante Don Pedro con la hija de Yeshaq, a condición de que éste llevara a Etiopía a un grupo de menestrales.
No está claro si Alfonso respondió a esta carta ni en qué términos, aunque un mensaje enviado al sucesor de Yeshaq, Zara Yagob en 1450, escribía que estaría encantado de enviarlos si se garantizaba su seguridad, ya que en una ocasión anterior toda una partida de trece de sus súbditos habían perecido en el viaje.

Política cultural
Alfonso V puede considerarse como un genuino príncipe del Renacimiento ya que desarrolló un importante mecenazgo cultural y literario que le valió el sobrenombre de “el Sabio” y que convertiría a Nápoles en el foco principal de la entrada del humanismo renacentista en el ámbito de la Corona de Aragón.
Protegió a humanistas destacados, como Lorenzo Valla, Giovanni Pontano o el Antonio Beccadelli. Fruto de este mecenazgo fue un círculo de poetas de cancionero cuya obra recoge el Cancionero de Stúñiga.
Su devoción hacia los clásicos fue excepcional. En sus propias palabras dijo: «los libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor ni la esperanza les impiden decirme lo que debo hacer».
Se dice igualmente que Alfonso detenía a su ejército en piadoso respeto ante el lugar de nacimiento de un escritor latino, llevaba a Tito Livio o a César en sus campañas y su panegirista Panormita no consideraba una increíble mentira el decir que el rey fue curado de una enfermedad cuando se le leyeron unas páginas de la biografía de Alejandro Magno escrita por Quintus Curtius Rufus.
Su reinado se acaba con dos nuevas guerras: una contra su primo y cuñado, Juan II de Castilla, entre los años 1445 y 1454, y otra contra Génova que se inició en 1454 y continuó hasta su muerte, ocurrida el 27 de junio de 1458 en el castillo del Ovo (Nápoles).
Descendencia y sucesión en el Trono
En 1408 Alfonso se comprometió con María de Castilla (1401-1458), hija de Enrique III el Doliente, y prima suya. El matrimonio se celebró en la catedral de Valencia el 12 de junio de 1415. No tuvieron descendencia. Parece ser que su relación matrimonial no era buena, de aquí puede surgir el hecho de que instalase su corte en Napoles.
De su relación con Giraldona de Carlino, tuvo tres hijos naturales:
Fernando (1423 - 1494), su sucesor en el reino de Nápoles con el nombre de Fernando I.
 Y sus hijas María y Leonor.

Sucesión
En la corona de Aragón, Sicilia y Cerdeña, le sucedió su hermano Juan. El reino de Nápoles quedó en manos de su hijo bastardo Fernando.
En 1671 Pedro Antonio de Aragón, virrey de Nápoles obtuvo el permiso para trasladar desde allí los restos de Alfonso el Magnánimo y depositarlos en los Sepulcros Reales del monasterio de Poblet.
Se construyó una tumba con gran pedestal junto a los sepulcros reales, en el crucero, en el lado del Evangelio. Sólo queda en la actualidad la base o pedestal restaurado.


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